Viajes
Lugares

Éste es el pueblo más pequeño de Málaga, escondido entre montañas

  • Rafael Sánchez
  • Redactor de Nacional de OKDIARIO. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. rafael.sanchez@okdiario.com

Cuando hablamos de Málaga, la imagen que domina es la de playas soleadas, paseos marítimos y turismo. Sin embargo, tierra adentro existe otra Málaga mucho más silenciosa, auténtica y casi desconocida. Aquí, pueblos diminutos se ubican entre montañas, bosques y valles. En este contexto, se encuentra un municipio tan pequeño que casi parece un susurro en el mapa provincial.

Ese lugar es Atajate, el pueblo menos poblado de Málaga. Con solo 196 habitantes, el reducido tamaño de este enclave de la Serranía de Ronda no impide que conserve un enorme valor cultural, paisajístico y humano.

Atajate: un diminuto municipio

Atajate se sitúa en pleno Valle del Genal, una de las zonas más verdes y agrestes de Málaga. Rodeado de montañas, castañares y laderas pobladas de vegetación, el pueblo aparece repentinamente en la carretera que une la comarca. Sus casas blancas se adaptan al terreno inclinado, formando un conjunto urbano compacto y pintoresco.

El municipio, a pesar de su tamaño, conserva rincones históricos de interés. La iglesia de San José, la fuente monumental en el corazón de la plaza y las fachadas encaladas hablan de un pasado agrícola y comunitario. Uno de los grandes atractivos es la Fiesta del Mosto, una celebración donde los vinos locales toman protagonismo y que atrae cada año a visitantes en busca de tradición, autenticidad y productos de la tierra.

Menos de 200 habitantes

Con 196 vecinos registrados, Atajate encarna lo que significa vivir en un municipio al borde de la despoblación. Sin embargo, este dato no define su identidad; al contrario, la refuerza. La vida cotidiana se articula en torno a relaciones estrechas, vecinos que se conocen desde siempre y un ritmo tranquilo donde prácticamente no existe el estrés urbano.

La economía del pueblo sigue vinculada a actividades tradicionales. La agricultura, la elaboración artesanal de vinos y miel, y el pequeño comercio local sostienen el día a día. Aunque no haya grandes infraestructuras ni un tejido comercial amplio, su entorno natural compensa cualquier carencia. En los últimos años, incluso ha comenzado a despertar interés entre teletrabajadores y nuevos pobladores que buscan mayor calidad de vida.

Salares y Árchez: otros dos «mini territorios»

Atajate puede ser el pueblo menos poblado de Málaga, pero no está solo en la categoría de municipios diminutos. Muy cerca, en la comarca de la Axarquía, se encuentra Salares, con unos 204 habitantes. Su herencia morisca y la impresionante torre de estilo mudéjar lo convierten en uno de los pueblos blancos más singulares de la región, pese a su tamaño.

Por otro lado, Árchez destaca por ser el municipio más pequeño de Málaga en extensión, con apenas 4,8 km². Pese a su superficie reducida, conserva una riqueza patrimonial notable: calles empedradas, antiguos lavaderos, acequias históricas y una de las torres mudéjares más emblemáticas de la Axarquía.