Ana Rosa Quintana, sin piedad contra Sánchez por no dimitir: «Victimismo al cuadrado»

Tras el anuncio de Pedro Sánchez de no dimitir como presidente del Gobierno tras cinco días de «reflexión», Ana Rosa Quintana atacó sin piedad al líder socialista desde el plató de TardeAR. «Victimismo al cuadrado», así ha definido la comunicadora de Mediaset la actitud del jefe del Ejecutivo. Tras criticar su comportamiento, Ana Rosa le mandó una contundente advertencia: «El presidente no diferencia la democracia del Gobierno. La democracia es la división de poderes, es la independencia del Poder Judicial y es la prensa libre. Los periodistas seguiremos contando lo que el poder no quiere que se cuente. Es nuestra obligación. No nos vamos a poner una mordaza». En definitiva, un editorial magistral, irónico y conciso con el que la periodista ha arrancado su programa de Telecinco.

La decisión de Pedro Sánchez

El lunes 29 de abril, Pedro Sánchez anunció que continuará como presidente del Gobierno, tras finalizar el plazo de «reflexión» que se dio el pasado miércoles. El socialista comunicó su decisión en una declaración institucional en La Moncloa, sin preguntas y sin presencia de la prensa. El jefe del Ejecutivo acudió también a La Zarzuela para comunicar su decisión al Rey Felipe VI. «He decidido seguir», anunció, presentándose como víctima de una «campaña de descrédito» contra él y su mujer, Begoña Gómez, que llevan «diez años» sufriendo, dijo.

El editorial de Ana Rosa

Aunque desde que está en las tardes Telecinco no suele hablar de política, Ana Rosa Quintana hizo una excepción el lunes 29 de abril y abrió TardeAR con un editorial dedicado al presidente del Gobierno: «Victimismo al cuadrado. Mi apuesta fue No es no y el resultado ha sido Yo es yo. Pedro Sánchez, convertido en Luis XIV, reaparece señalando: La Democracia soy yo. Mostremos al mundo cómo se defiende la Democracia. Tras someternos a una farsa de cinco días, Sánchez ha ido a ver al Rey. ¿Para qué? ¿Para decirle No voy a dimitir?», así inició la madrileña su discurso.

A continuación, Ana Rosa, con semblante serio, añadió: «El presidente ha anunciado un Gatopardo en el que va a cambiar todo para que todo siga igual. La secuencia de los hechos ha sido pasmosa. Primero anuncia en una carta de amor que estudia marcharse por una campaña de la fachosfera, que incluye a jueces, a medios y a la oposición. Cinco días después reaparece lanzando un mensaje peronista, anunciando que se queda para ‘liderar una respuesta contra el movimiento reaccionario mundial’. Es decir, utiliza métodos trumpistas para luchar contra el trumpismo, arremetiendo contra medios, jueces y oposición”.

«Nuestro amado líder deja claro que él seguirá al frente para regenerar una democracia asentada en el ataque, el odio, la insidia, la falsedad, los bulos, las mentiras groseras, el fango, el sufrimiento de las personas que quiere y el acoso. Los inventores del escrache se quejan de acoso. Hace cinco días no merecía la pena quedarse. Ahora se queda para salvarnos a todos. Hoy 29 de abril, día de San Pedro Mártir, el presidente resucita 5 días después gracias a la movilización de las calles, una movilización que no llega a un grupete de amigos, mientras sus socios piden el control de los jueces y de los medios de comunicación», continuó Quintana.

Además, la presentadora ironizó con la excusa que había puesto Sánchez en su carta de la semana anterior alegando que si dimitía era por los ataques a su mujer: «Finalmente, no era amor, era cálculo político. Sánchez ha lanzado varios avisos a navegantes: «Asumo la decisión de continuar, con más fuerza si cabe. Esta decisión no supone un punto y seguido. Es un punto y aparte». ¿Qué es lo que nos espera con ese punto y aparte? Más que a regeneración, suena a enajenación».

Ana Rosa dejó para el final una advertencia directa a Sánchez: «El presidente no diferencia la democracia del Gobierno. La democracia es la división de poderes, es la independencia del Poder Judicial y es la prensa libre. Los periodistas seguiremos contando lo que el poder no quiere que se cuente. Es nuestra obligación. No nos vamos a poner una mordaza».