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YouTube: Una rata aprende a pintar cuadros que se venden por más de 1.000 euros cada uno

La historia de Gus ha inspirado a millones de personas en todo el mundo. El animal comparte su día a día como artista en YouTube.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Tener una rata de mascota es algo común en Gran Bretaña. Estos animales que pueden generar cierta animadversión se han convertido en una mina de oro para su propietaria. Gus es la rata que protagoniza esta historia con final feliz.  El animal despertó sus dotes artísticas de repente. Su dueña es una joven pintora que pudo ver como su mascota tenía un arte especial pintando con sus patitas. Le hizo un espacio de trabajo a medida para que la rata estuviera cómoda pintando, el resultado fueron cuadros que se vendieron a más de 1.000 euros.

Gus es la rata pintora más famosa del mundo

La historia de Gus ha inspirado a millones de personas en todo el mundo. El animal comparte su día a día como artista en YouTube. En sus vídeos vemos el proceso de creación de cada una de sus obras. Con sus patitas y un poco de pintura es capaz de crear cuadros increíbles, dentro de sus limitaciones de espacio.

La dueña le creo un pequeño espacio de trabajo adaptado. Una inversión que la rata ha recuperado con creces, sus obras se han subastado por más de 1.000 euros. Una cifra más que aceptable, si tenemos en cuenta que el autor es una rata doméstica. Varias galerías de arte se han interesado por exponer las obras de Gus. Singapur, Australia o Japón son las ciudades que esperan la primera gira de esta rata pintora por el mundo.

Jess es la joven dueña de Gus. Ambos se han convertido en virales estos días. Nadie más en el mundo puede presumir de haber creado una artista. Los cuadros de la rata empezaron vendiéndose por 20 euros, pero gracias a las redes sociales y el interés generado ya llegan a los 1.000 euros. En unos meses este animal puede ser un artista millonario sin saberlo.