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Facebook: Duda antes de saltar al agua y acaba con dolor de espalda

La joven de este vídeo intenta hacer una entrada en el agua espectacular. Un acantilado con algunas rocas da paso a un agua cristalina y refrescante.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La joven de este vídeo intenta hacer una entrada en el agua espectacular. Un acantilado con algunas rocas da paso a un agua cristalina y refrescante. Saltar desde las rocas al agua parece sencillo, solo hay que coger carrerilla y lanzarse. Lo sencillo, a veces, lo hacemos complicado cuando realmente no estamos preparados para dar el salto. A la hora de tomar decisiones es importante tenerlas muy claras y visualizar perfectamente el destino, de lo contrario cualquier imprevisto que surja puede acabar siendo muy doloroso.

Las dudas hacen mucho daño

Este vídeo viral que nos aporta una gran lección vital. La joven emprende un camino que podría parecer de lo más sencillo. Un salto al agua desde un pequeño acantilado, solo hay que intentar coger impulso para llegar hasta el agua. Seguramente habría visto a muchas personas más emprender ese camino, pero ella parecía tener algunas dudas, mira su objetivo y al suelo.

De repente se convence, empieza a correr hasta el acantilado. Todo parece que saldrá bien, la velocidad es la correcta y la posición es buena. Esta perfectamente equipada para saltar con sus zapatillas de deporte y el bikini debajo de un top y unos pantalones cortos. Lo tiene todo, o eso parece desde fuera, en su interior no está del todo segura, analiza todo lo que puede suceder. El agua puede estar muy fría, el salto puede ser demasiado corto o largo y de repente, todas esas dudas la hacen detenerse en seco.

El frenazo de la joven casi en el borde del acantilado no la salva del desastre. Aunque intenta frenar, las deportivas no son demasiado buenas para caminar por encima de las rocas, acaba patinando. El golpe de la espalda contra las rocas debe ser doloroso, finalmente acaba en el agua, adolorida y enfadada. Las dudas ante un gesto sencillo la llevaron hasta el desastre.