Ganó ‘Operación Triunfo’ y acabó cantando en hoteles: así es su nueva vida 20 años después

Corría el año 2005 cuando un joven canario de 19 años se alzaba con la victoria en la primera edición de Operación Triunfo en Telecinco. Sergio Rivero, con su carismática voz y una imagen fresca, se convertía en la gran promesa del pop. Sin embargo, el paso del tiempo demostraría que el camino de la música es tan impredecible como exigente. Nosotros sabemos qué ha pasado y cómo ha cambiado su vida desde que se hizo famoso, de hecho ahora no canta en televisión, se dedica actuar en hoteles.

Dos décadas han transcurrido desde aquel momento de gloria televisiva y, aunque su nombre ya no suena en los grandes escenarios como antaño, su pasión por la música sigue intacta. Ahora, lejos de los focos, el artista ha encontrado su propio ritmo, alejado de las presiones de la industria y centrado en disfrutar del arte sin ataduras comerciales. Sergio Rivero está centrado en sus proyectos. Sigue con la misma ilusión, a pesar de que su fama ha cambiado mucho.

Tras su victoria en OT firmó con una multinacional y lanzó dos álbumes que lograron una gran acogida. Quiero y Contigo alcanzaron cifras considerables de ventas, llegando a obtener un Disco de Oro. Durante esos años, Sergio experimentó el auge de su popularidad, con conciertos multitudinarios y presencia en los medios de comunicación. Pero el ritmo vertiginoso del éxito también trajo consigo la necesidad de tomar decisiones trascendentales.

En 2007 optó por dar un giro radical a su carrera y se trasladó a Los Ángeles, donde estudió piano y composición en el Musician Institute. Su meta era ampliar sus conocimientos y adquirir herramientas para evolucionar como músico, algo que le permitiría colaborar con otros artistas, como Blas Cantó.

La vida de Sergio Rivero fuera de España

Durante su estancia en Estados Unidos, el artista continuó explorando nuevos géneros y colaboraciones. En 2007 formó parte del álbum de la ópera rock Jesucristo Superstar junto a Malú, lo que le permitió experimentar con sonidos más teatrales y profundos.

En 2012, tras varios años de relativa ausencia en la escena musical, regresó con un EP digital titulado Seguiré, que logró una excelente acogida en plataformas digitales. Posteriormente trabajó en un nuevo disco, Quantum, un proyecto de corte personal y experimental financiado a través de una campaña de crowdfunding. Pero la industria discográfica había cambiado drásticamente y la lucha por mantenerse en la palestra se tornó cada vez más difícil. A pesar de su talento, las nuevas dinámicas del mercado musical hicieron que Rivero optara por un enfoque diferente para su carrera.

Su trabajo en los hoteles de Canarias

En 2018, Sergio decidió regresar a su tierra natal, Canarias. Allí encontró una nueva manera de conectar con la música: cantar en hoteles. Durante un año, deleitó a los huéspedes con su voz y su talento al piano, en un ambiente mucho más íntimo y relajado que el de los grandes escenarios.

Lejos de tratarse de una retirada, este cambio fue una decisión consciente de alejarse de la presión de la industria y recuperar el disfrute genuino de la interpretación. Al mismo tiempo, invirtió sus recursos en proyectos personales y en la creación de una productora audiovisual, colaborando con otros artistas y explorando el mundo de la composición desde una perspectiva más libre.

Como a muchos otros profesionales del arte y el entretenimiento, la pandemia de 2020 supuso un duro golpe para sus proyectos. En una entrevista con Canarias7, Sergio Rivero reconoció la complejidad del panorama musical actual: «El mercado está mal, sobre todo el discográfico». Sin embargo, su visión del éxito había cambiado radicalmente. Ya no se trataba de ventas o de reconocimiento masivo, sino de disfrutar de la música en sus propios términos.

La pasión de Sergio Rivero por la música

Sergio Rivero ha seguido participando en eventos culturales, como el Carnaval de Canarias, demostrando que la música sigue formando parte de su vida de manera activa. Aunque alejado del estrés mediático, sigue componiendo, cantando y explorando nuevas facetas artísticas.

A día de hoy, el protagonista de nuestra noticia es el claro ejemplo de que el éxito en la música no siempre se mide por la fama o las ventas millonarias. Su evolución le ha permitido adaptarse a los cambios de la industria y sobre todo mantenerse fiel a sí mismo. Con una carrera que ha transitado por distintos escenarios y formatos, ha conseguido lo que muchos artistas anhelan: encontrar un equilibrio entre la pasión y la tranquilidad. Ya no es el joven que deslumbró en Operación Triunfo, pero sigue siendo un artista con una sensibilidad especial y una carrera que, aunque menos mediática, sigue siendo profundamente auténtica.