Sociedad
Cambio radical

Fue el youtuber más odiado de España y así es su vida ahora

El protagonista de esta noticia tuvo un problema mediático que marcó un antes y un después

MrGranBomba alcanzó la fama hace seis años gracias a unas bromas bastante polémicas

Su verdadero nombre es Sergio Soler y ha aprendido de los errores que cometió en el pasado

Hace aproximadamente seis años hubo un nombre que tuvo mucho peso en las redes sociales y en los medios de comunicación: MrGranBomba. Detrás de este alias se encontraba Sergio Soler, un joven alicantino que se lanzó al estrellato en YouTube a través de bromas callejeras. Lo que parecía ser contenido ligero terminó por convertirlo en el epicentro de una tormenta cuando una de sus bromas se salió de control, llevándole a enfrentar una avalancha de críticas, juicios y el cierre de su canal. Hoy, tiempo después de aquel escándalo, su vida ha dado un giro radical.

El detonante de su caída en desgracia ocurrió en 2016, cuando Sergio decidió grabar una de sus habituales bromas en la calle. En esta ocasión su objetivo fue un repartidor al que, de forma aparentemente inocente, decidió llamar «cara anchoa». Lo que el influencer no sabía era cuál iba a ser la reacción de su víctima. El repartidor, enfurecido por el insulto, le propinó una bofetada que quedó inmortalizada en vídeo. El incidente, lejos de pasar desapercibido, se convirtió rápidamente en viral. Miles de personas compartieron el vídeo y opinaron sobre lo sucedido.

¿Qué pasó después del incidente?

A raíz del escandaloso altercado se inició un proceso judicial que mantuvo al ex youtuber en el centro de la polémica durante meses. El repartidor decidió presentar una denuncia, alegando que su imagen había sido utilizada sin su consentimiento y que el insulto había vulnerado su honor. Aunque la Audiencia de Alicante terminó archivando el caso, se impuso una multa de 30 euros por un delito leve de lesiones al trabajador. No obstante, el daño estaba hecho y para entonces Sergio Soler ya había sido juzgado no solo por los tribunales, sino también por la opinión pública.

El famoso vídeo de MrGranBomba. (Foto: YouTube)

El impacto en la vida de Soler fue devastador. La burla de «cara anchoa» se convirtió en un sinónimo de humillación y el joven se vio obligado a alejarse por completo de las redes sociales. Cerró su cuenta de Twitter y vendió su popular canal de YouTube, el cual había sido su principal fuente de ingresos y plataforma de creatividad.

Lo que una vez fue un espacio para hacer reír a su audiencia se transformó en un terreno hostil, lleno de comentarios negativos y amenazas. En entrevistas posteriores, relató que la situación se tornó insostenible. Incluso cuando salía a la calle recibía insultos y reproches por parte de desconocidos. «Me insultan y me llaman vividor. ¿Tan malo soy por haber cometido este fallo?», comentó en el programa ‘Espejo público’.

Un cambio de rumbo muy necesario

El alejamiento temporal de las redes fue su única salida. Durante un tiempo Sergio desapareció casi por completo del panorama digital, buscando la manera de rehacer su vida lejos del estigma que lo perseguía. Sin embargo, con el paso de los años ha demostrado que, aunque los errores del pasado lo marcaron, estaba dispuesto a aprender de ellos y comenzar de nuevo.

En los últimos tiempos ha vuelto a ser noticia, aunque esta vez por razones muy distintas. Alejado del personaje de MrGranBomba, ha decidido volver a las redes, pero con un enfoque completamente diferente. Utilizando su nombre real, ha encontrado en TikTok una nueva plataforma para conectar con el público, reinventándose como creador de contenido. Lejos de las polémicas y las bromas que lo catapultaron al estrellato en YouTube, ahora se presenta de manera más auténtica, con un contenido más personal y diverso.

La nueva aventura de MrGranBomba en TikTok

Uno de los aspectos más notables de su nueva etapa es su transformación física. A través de TikTok, Sergio comparte con sus más de 100.000 seguidores su dedicación a la calistenia, una disciplina de ejercicio físico que ha esculpido su musculatura y le ha permitido presumir de una imagen completamente renovada. En varios de sus vídeos aparece con el torso descubierto, mostrando el fruto de su trabajo físico, lo que ha atraído la atención de una nueva audiencia.

Su contenido no se limita al ejercicio. Soler comparte momentos de su vida cotidiana, cantando junto a amigas, mostrando diferentes estilos de ropa o incluso apareciendo en vídeos junto a su abuela. Esta faceta más cercana y familiar ha permitido que su público lo conozca desde una nueva perspectiva, alejándose de la imagen controvertida que lo acompañó en el pasado. Además, ha utilizado su plataforma para promocionar su cuenta de Instagram y defender causas sociales, como los derechos del colectivo LGTBIQ+.

A pesar de su renovada presencia en las redes, sigue cargando con las secuelas de su pasado. La condena que lo obligó a pagar 20.000 euros por los daños morales causados al repartidor es un recordatorio del precio que tuvo que pagar por su error. Aunque ha cumplido con la sentencia y ha abonado la indemnización, la experiencia le dejó lecciones que, según él mismo ha reconocido, lo han hecho madurar. ¿Qué le tendrá preparado el destino?