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Negociación del estatuto marco

Los médicos acusan a Mónica García de «atropello» a sus derechos laborales y anuncian movilizaciones

Señalan un "ataque frontal" y "desprecio al procedimiento de negociación" de Sanidad que dura ya dos años

Denuncian que el atropello de Mónica García a la profesión ha alcanzado unas "cotas de indignación jamás alcanzadas"

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Los médicos han anunciado este jueves «movilizaciones y medidas de confrontación» ante el «atropello» a sus condiciones laborales por parte de la ministra de Sanidad, Mónica García, con el que la profesión ha alcanzado unas «cotas de indignación jamás alcanzadas» porque sigue sin reconocer la especificidad de los facultativos.

El conjunto de la profesión médica, «desde los estudiantes de Medicina hasta el más experimentado Jefe de Servicio de hospital, pasando por el residente de primer año», que se han unido para mostrar su malestar con el borrador del estatuto marco y decir «ya basta» al «atropello» a sus condiciones laborales.

Todavía tienen que establecer el calendario, pero la primera actuación será la de convocar una concentración ante el Ministerio; a partir de ahí, ha explicado el presidente de CESM, Miguel Lázaro, las acciones irán «de menos a más» según vaya desarrollándose el diálogo de la reforma del estatuto marco que se retomó ayer.

En contraste con la satisfacción que mostró la ministra Mónica García, al salir del encuentro con los sindicatos, la reunión ha empujado a los médicos a un «hartazgo» e «indignación» hasta «cotas que jamás se han llegado a alcanzar».

«No caigamos en la trampa de desviar el tiro» del malestar, ha pedido el secretario general de CESM, Víctor Pedrera; el «detonante» de la explosión ha sido las jornadas laborales que, dicen, empeoran con el borrador discutido ayer.

Los médicos denuncian que «elimina la obligatoriedad de hacer guardias» y no contabilizan estas horas como tiempo trabajado para la jubilación y que su retribución «sigue siendo inferior a la de la hora ordinaria».

El documento mantiene para los médicos «una jornada obligatoria de 48 horas y plantea una jornada especial de hasta 150 horas más; no computa las horas de descanso diario semanal, posguardia y obliga a su recuperación», han proseguido.

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que engloba a organizaciones de 14 comunidades, el Sindicato Médico Andaluz (SMA), Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), Metges de Catalunya, Sindicato Médico de Euskadi (SME), Sindicato O’Mega de Galicia, Asociación MIR España, Asociación de Médicos Unidos por sus Derechos (MUD Médicos), Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), el Foro de la Profesión Médica y otras agrupaciones, se han lanzado contra Sanidad anunciando movilizaciones.

Reducción de jornada

Algo que ayer negó de plano la ministra, Mónica García, que reiteró insistentemente que las horas de descanso de la guardia no van a tener que ser, «en ningún caso», devueltas. Reconoció, no obstante, que el texto podía dar lugar a interpretaciones sobre su cómputo, por lo que se iba a proceder a modificar la redacción.

Sobre el compromiso de reducir las jornadas actuales de 24 horas -resultantes de sumar las horas ordinarias con las de guardia- a un máximo de 17, Pedrera ha puntualizado que eso es así «desde Franco: entre semana duran 17 y el fin de semana 24». «Lo que ha garantizado la ministra es que entre semana no van a ser mas de 17, entiendo que se repartirán entre el resto de compañeros como se hace habitualmente», ha afirmado.

Lo que quieren los facultativos es que los servicios médicos puedan optar a la no realización de guardias de 24 o 17 horas a cambio de jornadas de 12 con la consiguiente minoración de la jornada, como se contempla con otros grupos profesionales.

Pero los «agravios» de Mónica García van más allá: «Hemos comprobado hasta dónde se pretende ningunear al médico, un profesional con una formación de 360 créditos y nivel MECES III y con mayor responsabilidad y cualificación en el proceso asistencial, que termina englobado en el mismo grupo profesional que otras categorías a las que se les exige una formación de 240 créditos», critican en un manifiesto conjunto que han leído en la sede de CESM.

El culmen es el «rígido» sistema de incompatibilidades que propone el borrador, que afecta casi únicamente a los médicos al exigir dedicación exclusiva en la pública a jefes de sección y otros cargos de responsabilidad del Sistema Nacional de Salud y a los adjuntos en los cinco años posteriores a finalizar la residencia.

Insisten así en que «la única solución para que el sistema de salud retenga y fidelice» a estos profesionales es regulando sus condiciones laborales en un Estatuto de la Profesión Médica.

«Exigimos una norma específica que recoja una nueva clasificación profesional que tenga en cuenta el mayor número de horas formativas y la mayor responsabilidad y cualificación que se nos exige, y que esto implique, por tanto, un incremento retributivo y una diferenciación» con el resto de profesionales, han clamado.

No les servirá, advierten, «leves enmiendas o generalizaciones» que les igualan con el resto de categorías profesionales sin tener en cuenta sus «especiales condiciones de formación y trabajo».

Ante el «ataque frontal» y el «desprecio al procedimiento de negociación» que dura ya dos años y que ahora «parecen desaparecer por el sumidero», los médicos aseguran que no pueden «esperar más» y que por ello, iniciarán «movilizaciones y medidas de confrontación en busca» de lo que reclaman, ese estatuto específico que les «valore de modo adecuado».