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Endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina

El cuarteto que da la felicidad está en nuestro cerebro

Cada una de ellas cumple una función específica y aunque no funcionan de forma simultánea, todas contribuyen a que nos sintamos optimistas y alegres

Este es el mejor decálogo para ser feliz

El cerebro es el eje central que regula el funcionamiento y comportamiento humano; genera sustancias que provocan cadenas de reacciones según los estímulos que recibamos tanto negativos como positivos. Existen cuatro químicos naturales en nuestro cuerpo que suelen ser definidos como el “cuarteto de la felicidad”: endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina que son los neurotransmisores clave que influyen en nuestro estado anímico. Podemos entrenar a nuestro cerebro para que segregue estas hormonas y nos sintamos mejor y más felices.

A lo largo de la historia, infinidad de pensadores se han dedicado a tratar de definir lo que es la felicidad, y ahora los endocrinólogos y neurocientíficos se han unido a este desempeño y tratan de explicar la felicidad como un proceso biológico, lo que les ha llevado a definir qué es exactamente lo que desencadena dicho sentimiento desde el punto de vista físico y cómo se puede potenciar.

Se podría decir que este cuarteto de la felicidad es el referente físico de la alegría y el gozo. Cada una de ellas cumple una función específica y aunque no funcionan de forma simultánea, todas contribuyen a que nos sintamos optimistas y alegres. Para poder conocer el rol que desempeñan estas hormonas y de qué manera se puede estimular su producción hay que conocerlas y trabajar en ellas para ser feliz.

Endorfinas

Las endorfinas fueron descubiertas en los años 70 por la neurocientífica Candance Pert y se les considera un analgésico natural, es decir, una sustancia similar a un narcótico que es capaz de reducir el dolor físico en función de una euforia momentánea y pasajera.

Hay varias maneras de desencadenar la producción de endorfinas: hacer ejercicio (esa sensación al terminar de encontrarse lleno de energía); estar expectante por algo que te entusiasma; cantar y bailar; la aromaterapia, comer algo que te resulte delicioso pero, sin duda, la forma más curiosa de estimularlas es comer picante. Cuando tomamos algo muy picante, el cerebro lo identifica con el dolor y segrega endorfinas para bloquearlo lo que nos aporta una sensación de bienestar.

Serotonina

La serotonina estimula la felicidad porque genera la sensación de ser importante y valioso, es decir, incrementa el sentimiento de amor propio y eso contribuye a sentirse mejor de manera global. La forma más sencilla de aumentar la serotonina es evocar recuerdos felices. Recordar los buenos tiempos y los mejores momentos vividos es suficiente para desencadenar cambios químicos en el cerebro. También se pueden incrementar haciendo ejercicios aeróbicos, con exposiciones a la luz del sol y con los masajes.

Esta hormona es fundamental en la sociedad en la que vivimos para evitar la depresión, que ya se posiciona como la principal causa de discapacidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este desorden mental afecta a más de 280 millones de personas.

Dopamina

La dopamina es la hormona relacionada con el placer y la motivación, se puede decir que es la «mediadora del placer» por eso surge al enamorarse. La falta de dopamina hace que te sientas apático y sin ganas de hacer nada. Esta sustancia también aparece en el enamoramiento.

Este neurotransmisor aparece cuando inicias un proyecto y cuando lo culminas, cuando consigues una «pequeña victoria» en tu entorno o con los pequeños logros cotidianos. Para elevar el nivel de dopamina, lo mejor es fijarse pequeñas metas y alcanzarlas. Y, por supuesto, hay que celebrar cada logro conseguido ya sea grande o pequeño.

La dopamina suele ser descrita como la responsable de sentimientos como el amor y la lujuria, pero también se le acusa de ser la responsable de las adicciones.

Oxitocina

La oxitocina es la hormona que regula nuestros comportamientos sociales, afectivos, familiares y sexuales. Este neurotransmisor se activa cuando te sientes aceptado, integrado y querido. Estos sentimientos hacen que se activen la confianza, la seguridad y el optimismo y te sientas mucho más feliz. Es la hormona de la confianza y contribuye a la empatía.
La oxitocina se estimula con los abrazos largos, cuando te hacen un regalo, cuando te besan y en general, con todas las manifestaciones de afecto. Pero también se activa comiendo chocolate negro, haciendo voluntariado y bailando en pareja.

Estimular el cuarteto de la felicidad

Si aprendemos a estimular estos neurotransmisores nuestra vida fluirá mejor. Podemos entrenarnos para fortalecer estas capacidades y mejorar la actitud con la que nos enfrentamos a las circunstancias. Hay unas pautas sencillas que activan estas hormonas en su conjunto y que nos ayudan a conseguir la felicidad:

Dormir lo suficiente y tener periodos de descanso de forma periódica. El cansancio y la fatiga influyen de forma negativa en todos estos neurotransmisores.

Reir y pasarlo bien. La risa es la fórmula secreta para que todos estos neurotransmisores fluyan alegremente por el torrente sanguíneo.

Hacer el amor es otra forma de tener estos neurotransmisores activos. Y no es el sexo sin más, es algo más profundo que se comparte con otra persona.

Tener mascotas en casa. Acariciar y mimar a otros seres es uno de los mejores caminos para poner en marcha el cuarteto de la felicidad.

Tener amigos y vida social. El sentimiento de pertenencia nos aporta seguridad y confianza. Muchas dolencias psíquicas se desencadenan por el sentimiento de exclusión.