El cáncer de pulmón aumenta su letalidad en España: la mortalidad crece en mujeres un 6,9%

Cáncer de pulmón
Cáncer de pulmón.

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El cáncer de pulmón está aumentando su letalidad en España y se ha vuelto a posicionar otro año más como el más mortal entre el conjunto de los españoles, según han alertado desde el Grupo Español de Cáncer de Pulmón. Los especialistas han apuntado al tabaco como causa directa de este tumor, el de mayor prevención primaria. Y es que, un 39% de la población española afirma haber fumado en 2022.

Los datos señalan que 22.413 personas murieron en España por la enfermedad en 2021, aumentando en un 2,4% con respecto al año anterior. «De hecho, la mortalidad crece tanto en los hombres (0,9%) como en mujeres (6,9%), dato que nos preocupa mucho porque puede seguir avanzando en los próximos años», ha explicado el presidente del GECP, Mariano Provencio.

Ante esta situación, los especialistas del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) han querido reclamar más investigación e inversión para esta patología, coincidiendo con la celebración del Día Mundial contra el Cáncer el próximo 4 de febrero.

«Cada año se diagnosticaron en España aproximadamente 31.000 casos de cáncer de pulmón, que crece cada vez más en el sexo femenino, suponiendo ya 1 de cada 4 pacientes», ha dicho el secretario del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y jefe de Oncología del Hospital General de Alicante, Bartomeu Massuti.

Por eso, preocupa especialmente el repunte del consumo de la sustancia, que se sitúa en la actualidad en valores similares a los del 2005. De hecho, un 33,1 por ciento afirma que fuma tabaco diariamente, dato que varía respecto a hombres y mujeres: un 37,8 por ciento de ellos lo hacen en detrimento con el 28,3 por ciento de ellas.

«Casi 170.000 estudiantes de secundaria comenzaron a fumar en 2021 y un 30 por ciento de los jóvenes confiesa haberlo hecho en el último año. Estamos asegurando una generación de fumadores expuestos a desarrollar cáncer de pulmón en el futuro», ha añadido Provencio

Además, a este dato se le suma el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos y otros métodos de vapeo. Un 44,3 por ciento de los adolescentes de 14 a 18 años confirman haber vapeado en el último año y un 22,8 por ciento confiesa hacerlo de manera diaria.

«Son necesarias nuevas políticas de prevención primaria y protección de la población frente al tabaco. Tenemos mucho margen de mejora, ya que desde hace tiempo venimos constatando un estancamiento en la cesación tabáquica de la población española», ha recalcado Massuti.

La segunda punta de lanza que apuntan los expertos para la lucha contra el cáncer de pulmón se centra en el aumento de la investigación y la mejora del acceso de los pacientes a la innovación. «Que se potencie la investigación y los pacientes puedan acceder a terapias innovadoras, independientemente de su lugar de residencia, es fundamental. Sabemos qué tratar a un paciente en función de las alteraciones genéticas de su tumor mejora sus expectativas de vida. No puede ser que haya pacientes que no estén accediendo a estas determinaciones porque su hospital no lo ofrece o que no pueden acceder a fármacos aprobados y testados por agencias reguladoras internacionales y europeas. No es ético mantener a los pacientes sin ese tratamiento», ha dicho Massuti.

Por otra parte, reclaman más recursos para la investigación de la patología. «En la actualidad, en muchos casos, los pacientes están accediendo a fármacos innovadores o alternativas terapéuticas gracias a la labor de grupos cooperativos como el GECP. Es un tumor infrafinanciado públicamente en relación con su impacto. Necesita de mayores recursos y apoyo por parte de la Administración», ha zanjado el presidente del Grupo.

Mutaciones persistentes 

Los investigadores del Johns Hopkins Kimmel Cancer Center y su Instituto Bloomberg-Kimmel de Inmunoterapia contra el Cáncer, en Estados Unidos, han descubierto que un subconjunto de mutaciones dentro de la carga de mutación tumoral (TMB) general, denominadas «mutaciones persistentes», tienen menos probabilidades de ser eliminadas a medida que evoluciona el cáncer, lo que hace que los tumores sean continuamente visibles para el sistema inmunitario y los predispone a responder a la inmunoterapia.

Los expertos en cáncer han intentado, a veces sin éxito, utilizar el número total de mutaciones de un tumor, denominado carga de mutación tumoral, para predecir la respuesta de un paciente a la inmunoterapia. Esta carga de mutaciones persistentes puede ayudar a los médicos a seleccionar con mayor precisión a los pacientes que se someterán a ensayos clínicos de nuevas inmunoterapias o a predecir el resultado clínico de un paciente con el bloqueo de puntos de control inmunitarios, un tipo de inmunoterapia.

Evitar que el cáncer evolucione

Un nuevo estudio clínico y preclínico del Centro Oncológico Integral Jonsson de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, ha identificado las raíces en el ADN de la resistencia a la terapia dirigida contra el cáncer, proporcionando una posible estrategia para abordar un problema enojoso en la terapéutica del cáncer, según publican en línea en Cáncer Discovery, una revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.

El doctor Roger Lo, investigador del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA, profesor de Medicina y Farmacología Molecular y Médica en la Facultad de Medicina y coautor principal, explica que se trata de «un nuevo enfoque para combatir la ‘resistencia adquirida a la terapia’, es decir, la capacidad de los cánceres de escapar a los tratamientos dirigidos mediante la evolución molecular».

Según apunta, «la investigación intensiva se ha centrado en el tratamiento de cánceres que han recaído, tratando de intervenir después de que las células tumorales se hayan complicado y fortalecido. Pensamos que prevenir, en lugar de tratar de revertir la resistencia después de que el cáncer se haya vuelto más agresivo, podría mejorar las probabilidades de supervivencia de nuestros pacientes», afirma.

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