Ya ha comenzado a evidenciarse la roña del Pacte
La RAE define roña como «porquería o suciedad pegada fuertemente». También, como el «daño moral que se comunica o puede comunicarse de unas personas a otras». En términos coloquiales, igualmente se interpreta señalándose «mezquindad, rabia, farsa o treta». Pues bien; en lo que lleva de recorrido la legislatura, poquito más de cien días, ya ha comenzado a evidenciarse la roña del Pacte, ahora en la oposición y por muchos años.
Pongamos algunos ejemplos y de inicio este titular: El independentismo recibe como un héroe a Valtonyc, el rapero condenado por enaltecimiento del terrorismo. Es importante, muy importante, explicar, que hablamos de un rapero absolutamente mediocre que arma sus canciones con frases sin el menor decoro y, al mismo tiempo, carentes de un mínimo valor artístico. Es en definitiva un peñazo, es decir, «persona que aburre», de nuevo la RAE.
Su mérito es que la Audiencia Nacional le condenó a tres años y seis meses de cárcel por las barbaridades delictivas que escupía su bocaza. Huyó de la Justicia refugiándose en Bruselas, asimismo capital de la Unión Europea, y aunque parezca mentira la justicia belga le dio cumplido refugio como debe ser en una UE de pandereta. Valtonyc se autoproclamó exiliado, cuando no lo era. Simplemente un fugado de la justicia, igualito que Puigdemont.
Valiente donde los haya, jaja, regresó a Mallorca al saberse impune porque el delito incomprensiblemente había prescrito. ¿Cómo se entiende que vaya a prescribir una sentencia en firme? Fue recibido con honores de héroe, por el máximo responsable de Més, Lluís Apesteguia, mientras rugía alborotado el coro de adeptos con esteladas, al grito de «inde-inde-independència».
La roña en este caso es el grito. Porque Valtonyc es un don nadie y siempre lo será. La roña es porque no hay mayor agravio a la propia identidad que valerse de proclamas extrañas a nuestra propia razón de ser por mucho que Apesteguia dé por bueno el lanzallamas de la CUP: inde-inde… o lo que es lo mismo, Baleares subsidiaria de una autodeterminación que nos convierte en las islas. Tanto como decir, territorio mar adentro de la ensoñación.cat
Otro ejemplo, y seguimos con Més. La prestigiosa historiadora Gari Durán, en Vox, presentaba al pleno de Cort una moción dirigida a solicitar «desterrar el insulto y la descalificación personal, con el fin de no contribuir al clima de crispación y polarización política». La respuesta de Més, en boca de la inútil Neus Truyol, ni por asomo prestigiosa en algo, por petit que sigui: «¡Es una propuesta mordaza que reprime la actividad de la oposición!», incitando a la extrema izquierda (PSIB-PSOE, Més, Podemos) a abandonar el pleno antes de iniciarse la votación. ¡Olé tu incompetencia! Total, a favor los 17 votos del centroderecha, suficientes para sacar adelante sus propuestas. Ojalá que la extrema izquierda abandone sistemáticamente los plenos de Cort, porque no tienen nada positivo que ofrecer, salvo el odio y la crispación.
Siguiendo con la cronología de los hechos resulta que la Obra Cultural Balear (OCB) amenazaba días pasados con tomar la calle si la presidenta Marga Prohens da su aval a la libre elección de lengua en la educación. Aquí reconozco mi duda razonable, sobre las capacidades del PP para enderezar la perversidad de la inmersión, permitiendo un sistema educativo ajeno a la imposición de un método contrario a la legalidad con sentencias que lo atestiguan. ¿Quién es la Obra Cultural Balear para mediar en ello? Simplemente una correa de transmisión de la deriva secesionista de los inexistentes países catalanes.
Parte del problema se debe a la complicidad del PP con la Normalización y el Decreto de Mínimos; éste último, torticeramente interpretado por todo el engranaje soberanista para eliminar el castellano de la ecuación. Aquí la OCB solo juega el papel de chiringuito, para salvaguardar el negocio multimillonario que encierra la inmersión lingüística. Solo eso.
El Pacte de Progrés, desde aquél primero de 1995 que se circunscribía solo al Consell de Mallorca, siempre ha sido un pacto de perdedores y siempre a merced de la voluntad del PSIB-PSOE, única fuerza mayoritaria capaz de engarzarlo todo. Més, y últimamente Podemos, no habrían podido influir en decisiones de gobierno, de no mediar el auxilio de los socialistas baleares.
El PSIB-PSOE ha jugado siempre el papel de actor imprescindible para la conformación de un gobierno autonómico de izquierdas, que el año 2018 se exportó al Gobierno de España, para seguir profundizando en los pactos de perdedores; sólo que en esta ocasión para perjuicio del conjunto de España.
Su punto de inflexión se producía día pasados, en el Comité Federal, donde fue aprobada por aclamación a la búlgara una inconstitucional amnistía que rompe trágicamente con el Estado de Derecho. En su columna de días atrás, Alfonso Ussía lo retrataba a la perfección: «Han perdido la expresión y los rasgos, y todos han adquirido el complaciente asentimiento del ganado. Y mientras Sánchez cambiaba de opinión –nunca miente-, el ganado asentía agradecido, pensando en los prados verdes. Porque los dirigentes socialistas no trabajan, pacen, no comen, pastan, y no beben, abrevan». Alfonso Ussía dejó en el aire esta pregunta: «¿Quién es Sánchez para hablar en el nombre de España, en el recinto ferial de su ganadería?».
Ahora que la extrema izquierda, liderada por el PSOE, aquí PSIB, perdió el poder autonómico, en gran medida vamos a observar cómo se evidencia su roña en todo cuanto hace desde la oposición; incluso en funciones desde el Gobierno de España, con Armengol aplaudiendo a la búlgara en el Comité Federal del PSOE cuando ella es quien preside el Congreso de Diputados y sin dudarlo en poner la soberanía popular al servicio de la autocracia.
Menos mal que nos queda Baleares para vivir a salvo del matrix socialista.