Ten un mínimo atisbo de dignidad y vete, Mónica Oltra

Qué casualidad: a la psicóloga de la Sección de Menores de la Consejería de Igualdad valenciana que atendió a Mayte, la niña de 14 años que había denunciado abusos sexuales por parte del por entonces todavía marido de Mónica Oltra, se le olvidó preguntar a la pequeña si era víctima de abusos. En su declaración judicial del pasado 30 de marzo, Inmaculada Martín argumentó que ese ‘olvido’ estaba justificado por su «método profesional» «No es necesario ser experta en abusos sexuales para hacer una pericial», se justificó.

Y es que el informe de la susodicha, justo una semana después de que la menor denunciara haber sido víctima de abusos por parte del que fuera marido de la consejera, concluyó que «no ha aparecido ningún indicio, palabra o frase a partir del cuál pudiéramos investigar la posibilidad de la existencia de una experiencia en la que ella se sintió abusada sexualmente». Hombre, mujer, si tienes delante a la víctima y, en lugar de preguntarle, te dedicas a dar rodeos para evitar ir al fondo del asunto, lo lógico es que no te te enteres. O que no quieras enterarte. Esa fue la actitud de la consejería de Mónica Oltra: la de mirar para otro lado e, incluso, poner en duda la versión de la menor. Por fortuna, la Audiencia Provincial de Valencia condenó al marido de Oltra a cinco años de cárcel por estos abusos con prevalimiento, condena que fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia y que ahora está pendiente de recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La psicóloga admitió que «me pidieron que hablara con la niña para ver la consistencia de la declaración y su veracidad, más que su veracidad, su credibilidad, para poder continuar a partir de ahí el protocolo».

Estamos ante un escándalo de dimensiones colosales. Y es que la consejería de Oltra dejó en la más absoluta indefensión a la menor. ¿Por qué? Pues sencillamente porque había acusado al marido de Oltra de abusos sexuales y la consigna era dar carpetazo al asunto. Ni más ni menos.