Opinión

La murga socialcomunista cobra fuerza: ¡Franco, Franco!

Entre el PSOE y Sumar se han propuesto laminar el sistema de libertades consagrado por la Constitución española. Jueces, prensa y ahora también la Iglesia católica están en la diana de un Gobierno que ha decidido, en plena huida hacia adelante, asfixiar a la democracia. Y es que no hay día que los socios de Gobierno no la emprendan contra alguna institución. Como muestra del sectarismo que atesoran, la última perla de Sumar: la formación que lidera Yolanda Díaz ha exigido que se tomen medidas contra la Iglesia por las distintas celebraciones que se produjeron el pasado mes de noviembre por la muerte de Franco. Y puestos a pedir exigen retirar las subvenciones a la Iglesia por estos actos, en base a la Ley de Memoria Histórica que Pedro Sánchez pacto con Bildu.

Sumar dice respetar profundamente el derecho a la libertad religiosa, pero exige retirar «las subvenciones directas e indirectas -contando también con la financiación que tiene de la casilla 105 del IRPF y de las bonificaciones que se aplica a la Iglesia Católica por tolerar estas prácticas en sus templos y propiedades». Entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no hay día que socialistas y comunistas no recurran a la figura de Franco como arma electoral, una obsesión de la izquierda tan cansina que empieza ya a ser una demostración de impotencia. Si todo lo que tienen que ofrecer a la sociedad española es eso, es que están bastante peor de lo que aparentan. Un puñado de misas celebradas en distintas ciudades le han servido a Sumar para arremeter contra la Iglesia católica, a la que prácticamente acusan de hacer apología del franquismo cuando sus socios de Bildu hacen a diario apología del terrorismo etarra. La semana pasada, Pedro Sánchez anunció que el Gobierno celebrará más de un centenar de actos en 2025 para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de España bajo el lema España en libertad. La consigna de la izquierda está clara: ¡Franco, Franco!. Franco hasta en la sopa.