Lady HatBar, tercera autoridad del Estado, patético
Que se vaya acostumbrando la presidenta del Govern, Marga Prohens. La deriva plurinacional que no cesa gracias a los millones de votos, no se sabe si agradecidos o simplemente abducidos, ha aconsejado al perdedor líder supremo, Pedro Sánchez, poner a Francina Armengol presidiendo el Congreso de los Diputados como un guiño a Junts y ERC, para agarrar sus votos en la Cámara baja. Importante subrayar este pequeño detalle, por el hecho de venir a confirmar lo que ya sabíamos en Baleares: el único mérito de Armengol es su deriva nacionalista de la que se ha servido durante estos últimos ocho años para imponer ideología en detrimento de una gestión que ha brillado por su ausencia. Armengol elevada a la tercera autoridad, lisa y llanamente por defender los inexistentes países catalanes. Solo eso.
Decía que Prohens puede irse preparando, porque nada más asumir el cargo Francina Armengol ha dejado claro que seguirá como secretaria general del PSIB-PSOE, para controlar el asedio al centroderecha y recuperar en cuatro años la presidencia del Govern Balear, como mínimo. Que eso ya se verá.
Conociendo las malas artes de la izquierda, hoy extrema izquierda sin más, que nadie dude de que estos próximos tiempos Armengol acudirá a Baleares a cualquier acto que se cruce en su agenda y como presidenta del Congreso ocupará un sitial por delante de Prohens, dejando muy claro su autoridad por encima de la representante suprema de la comunidad balear. Después, se encargarán sus voceros de recordarnos que su perdedora líder suprema tiene mayor relevancia protocolaria, mirando por encima del hombro a la presidenta Prohens y subliminalmente dando a entender que el relevo será inevitable el 2027 al frente del Govern. Pero no nos dejemos engañar.
Prohens está obligada a ejercer un liderazgo sincero y de proximidad con la ciudadanía. Admitiendo errores, cuando los haya, y defendiendo con mano de hierro el interés general, tan dañado los últimos ocho años por la carga ideológica de la extrema izquierda, PSIB-PSOE incluido. Armengol podrá sentarse por delante, pero Prohens tiene en su haber que es la más votada en Baleares. Debe ser implacable en su determinación a favor de todos los que residimos en el archipiélago desoyendo la ordinariez que no se cansará de jalear la extrema izquierda, que deberá ser relegada al desagüe de la historia. La responsabilidad máxima de Prohens es garantizar cerrarle la puerta a un Pacte de Progrés durante legislaturas. Ya sabemos de qué van.
Ahora, acusan la libre elección de lengua como una «segregación». ¿Qué era, entonces, negar el derecho a estudiar en castellano? ¿Apartheid? El relato de la izquierda, aunque astuto, no deja de ser una falacia o dicho de manera bien clara, «engaño, fraude, mentira». Que así lo define la RAE.
En una democracia occidental, salvo la española, Lady HatBar, y de paso responsable político de las violaciones a menores tuteladas, haría tiempo que estaría fuera de la política por incompetente y desleal. Resulta que los socialistas consideran que reabrir judicialmente el caso de las tuteladas se debe al intento de «dañar la reputación de Armengol». ¿Se puede caer más bajo? ¿Se puede ser más miserable? Las menores fueron violadas, mirando la izquierda hacia otro lado; incluso negándole el apoyo a la comisión del Parlamento Europeo, desplazada a Palma. Su reputación ya estaba dañada, mucho antes, y pese a ello el resultado electoral del 28M fue insuficiente para descabalgarla de su liderato. Y decidió salir por patas encabezando la lista socialista del 23J y, de carambola, aupada a la tercera autoridad del Estado. Patético, es decir, «penoso, lamentable, ridículo». Según la RAE.
Ya lo sé. La prensa local apesebrada cantará loas en favor de Lady HatBar.
En su primer discurso Francina Armengol apeló a una España plurinacional, razón por la cual autorizará el uso de las lenguas cooficiales en los plenos. Resultará de nuevo patético ver a sus señorías usando el pinganillo, cuando existe una lengua oficial del Estado. Pero claro, estamos en la jugada esa de insistir e insistir en lo de la España plurinacional, que no nos engañemos, la traducción final es una: alcanzar la república confederal española. El que no quiera verlo, que siga tan contento, con paguita, reguetón y batucadas.
La diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo ha sido muy gráfica en su comentario sobre el uso de lenguas en el hemiciclo de la soberanía nacional, afirmando que «el pinganillo es para extranjeros». En efecto, la España de lo plurinacional convertirá en extranjeros a muchos españoles. Vaya que sí.
Es una enorme ironía que Armengol permita el uso de lenguas vernáculas en el Congreso de los Diputados, mientras niega el uso del castellano en la enseñanza obligatoria en Baleares, que es territorio de España. Ésta es, ni más ni menos, la tercera autoridad del Estado aunque conviene no olvidar, que como Maria Antònia Munar cerró su carrera política sentada allí, en la silla de Presidencia de un parlamento y sabemos lo que sucedió, quién sabe cómo acabará Francina Armengol. La prensa nacional está en ello.
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