Opinión

La inmoralidad no puede presidir un Gobierno

Condonar 17.000 millones a Cataluña, cuando sólo cambia de manos la deuda para que la asuman todos los españoles, ceder esta semana las fronteras y la inmigración y crear miles de Mossos más, por supuesto exigiendo que no se admite inmigrantes que no hablen catalán, para contentar a ERC y Junts. Todo un pacto y una acción inconstitucional de fondo y de forma y poniendo en jaque mate la seguridad de España y por supuesto nuestra continuidad como nación.

Evidentemente, para lograr esto se ha tenido que negociar con intermediario internacional entre el partido socialista y el partido xenófobo derechista Junts, cuyo jefe está perseguido por la justicia y reside en su estatus de huido en Bélgica. Esta nueva traición acumula una montaña de hechos jamás imaginados en una democracia europea y acumula la aplicación de una hoja de ruta de golpe de estado, al principio muy sofisticado, pero hoy ya muy burdo y a la vista del más pintado.

Al igual que los indultos, la supresión de la sedición y rebaja de la malversación, la amnistía, la condonación de la deuda, la cesión de los impuestos a Cataluña, esta nueva traición y ataque directo a la Constitución cediendo inmigración y fronteras, era algo por supuesto inconstitucional y que no cabía de ninguna manera en palabras del ministro del Interior, la ministra portavoz y el propio presidente del Gobierno, en nuestra Constitución y nuestro ordenamiento. Ahí están las imágenes públicas que lo avalan, con las declaraciones de todos ellos. Al igual que con la amnistía… Todo esto es hoy inconstitucional y horas después previo pacto con golpistas si es constitucional… ¡Magia golpista!

Todo esto hasta el miércoles, ya que el jueves se suma a esta fiesta de la traición y del ataque directo a la Constitución el Gobierno Vasco, al firmar ayer mismo el ministro Ángel Victor Torres –señalado por corrupción según todas las informaciones– y la consejera de Gobernanza , el traspaso de las competencias sobre permisos de trabajo y meteorología. Precedido todo ello, tras cesiones anteriores en puertos y aeropuertos, por las declaraciones del Gobierno vasco hace cuarenta y ocho horas diciendo que «por supuesto quiere también las competencias de inmigración y control de fronteras que el Estado acuerde ceder a Cataluña en el marco de las negociaciones entre PSOE y Junts», insistiendo la consejera portavoz que «desde Euskadi se siguen con mucho interés estas negociaciones y se tendrán muy en cuenta».

Pues bien, llegados a este punto donde un presidente de Gobierno llama xenófobos al comienzo de su andadura a los partidos extrema derecha supremacistas nazi-nacionalsocialistas y extrema izquierda de supremacistas-xenófobo-comunistas y que traería para juzgar a los prófugos de la justicia golpistas; para después hacer todo lo contrario y sólo ser presidente del Gobierno por voluntad propia gracias a la compra corrupta de votos a todos ellos, e incluidos los nacionalsocialistas de derecha y extremistas izquierdofiloterroristas del país vasco, así como a los neocomunistas… Y con todo ello, repito, poder ser presidente, entonces, es que o estamos todos locos o aquí falla algo absolutamente trascendental. A saber:

Dada la esquizofrénica maldad de fondo y de forma; dado un comportamiento incalificable que nada tiene que ver con posiciones ideológicas –el mismo presidente del Gobierno llama a esta locura que disuelve su propio partido «gobierno progresista»–; dado que su único objetivo es construir muros y si es necesario saltarse el parlamento –dicho todo por boca suya–; dado que su objetivo es engañar a los suyos y mentirles para aferrarse al poder comprando medios, empresas y voluntades, por supuesto con dinero de todos los españoles, descalificando abyectamente a todos los demás llamándoles fascistas; dado que ataca inmisericorde, inhumana y cruelmente a las víctimas del terrorismo; dado que ataca criminal, prevaricadora, lacerante y abyectamente a los jueces y a la independencia judicial, él y su gobierno; dado que no conoce la mínima vergüenza; dado que actúa a diario en total voluntad de contravenir la Constitución y la ley; dado que lo que era inconstitucional, después pacta ignominias y entonces ya dice que sí son constitucionales, para después añadir que no sólo es constitucional sino que es bueno para todos; dado que su única voluntad es aliarse y promover a diario todo tipo de acciones pequeñas y grandes plenamente lesivas con el interés general, el bien común y la unidad de nuestra nación, y todo junto con los enemigos de España; dado que su propósito y acción es dividir y enfrentar a los españoles; dado que su palabra es yerma; dado que la corrupción diaria que ampara y persigue al presidente del Gobierno es irrespirable y él tiene la indecencia de no dar explicación alguna; y dado que la más absoluta falta de ética y de cualquier escrúpulo es su método para construir todo sobre la inmoralidad como principio de todo lo existente…

Dado todo lo anterior, los españoles de a pie de todos los pensamientos le reprobamos para siempre, le condenamos la ciudadanía de todas las ideas por alta traición y por ser ejemplo de la mayor indecencia imaginable, y además, por ser y actuar así con todos los españoles, sean sus votantes o no.
En este contexto, es de todo punto imposible que continúe un minuto más y, por supuesto, es un peligro inimaginable que pueda intervenir en este turbulento momento internacional, pues no ofrece credibilidad alguna; es más, su reputación es ya deleznable a nivel internacional. Su inmoralidad impide que pueda ser mínimamente respetado. Una persona inmoral jamás puede ocupar un cargo público. Es de muy sencillo sentido común, y muy fácil de entender.