Bulos y plásticos

¿Bulos disfrazados de ciencia? Estalla la discusión sobre los plásticos

Un polémico artículo niega que existan islas de plásticos ni que mueran tortugas atrapadas en anillas

El texto ha provocado respuestas de varios activistas y expertos en los problemas causados por los plásticos

La fabricación y el uso de productos plásticos suele generar polémica, sobre todo en los espacios dedicados a la información y divulgación medioambiental, en los que frecuentemente se debate sobre cuestiones tan controvertidas como su toxicidad, el consumo energético, la emisión de gases de efecto invernadero y la aparición de microplásticos.

Muchos de estos problemas ambientales se resumen en dos de las imágenes más icónicas de los últimos tiempos: las grandes islas de plástico que podemos encontrar en  mares y océanos, y los animales marinos atrapados en anillas. Símbolos que una científica ha desmentido en un controvertido y reciente artículo.

Hablamos de Deborah García, química, divulgadora científica y colaboradora en varios programas y medios de comunicación, como Órbita Laika (La 2 de TVE), Radio Galega y La Sexta. Dentro de la web de la televisión de Atresmedia, García cuenta con una columna de opinión desde la que ha escrito el polémico artículo.

Isla de plástico

«La llamada isla de plástico del Pacífico no es una isla. Sin embargo, ha sido representada como una masa flotante de residuos de la que se ha dicho que es más grande que Texas y que se ve desde el espacio. Las dos afirmaciones son rotundamente falsas. Tampoco se puede caminar, ni navegar sobre ella, ni tiene palmeras», escribe García.

«Tampoco es cierto que los residuos acumulados en el Pacífico estén exclusivamente formados por plásticos, sino que hay materiales de todo tipo. El problema es que muchos plásticos flotan porque tienen una densidad menor que el agua, algo que no sucede con casi ningún otro material vertido al mar», prosigue la divulgadora.

Tortuga marina

García niega igualmente que la imagen de la tortuga marina atrapada en unas anillas de plástico, ampliamente reproducida en campañas y medios de comunicación, sea real. «Es una recreación utilizada con fines pedagógicos», sostiene.

La también química apunta que la tortuga de la fotografía fue encontrada en un lago, y que por tanto ni siquiera es marina, y que la misma creció con una deformación en el caparazón. Según García, el reptil vive actualmente en un centro de rescate de California.

«Los biólogos del centro aseguran que la deformación fue causada por un anillo de plástico que se le había quedado encajado siendo cría, pero confirman que es falso que el plástico le haya causado la muerte por asfixia o atrapamiento agudo, que es lo que se lleva publicando erróneamente desde 2017», aclara en el texto.

Riesgos ecológicos

García reconoce que existen riesgos derivados del abandono de residuos, pero los achaca no tanto al material, como a la mala gestión de dichos residuos. Recuerda que, además, hay anillas biodegradables, fragmentables y nuevos diseños que prescinden de bandas de sujeción.

La divulgadora también señala directamente a los países asiáticos como culpables de estos residuos, al no estar haciendo los deberes en materias como la reutilización y el reciclaje, limitándose a verter los desechos al mar.

Por último, García lanza quizá una de las afirmaciones más controvertidas: «Bulos como el de la isla de plástico o la tortuga marina asfixiada por una anilla sólo han servido para demonizar un material clave en la lucha contra el cambio climático».

Respuesta

El artículo de la divulgadora ha provocado una airada reacción entre activistas y expertos medioambientales. Tanto es así que varios se han unido para contestarla en un vídeo que han difundido por redes sociales.