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¿Hasta cuándo merece la pena comprarse un coche con etiqueta C? La fecha exacta

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  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En el contexto actual, decidir si merece la pena comprar un coche con la etiqueta C de la DGT depende de varios factores relacionados con las normativas de emisiones y las restricciones en zonas urbanas. Estos vehículos, que incluyen los de gasolina matriculados desde 2006 y los de  diésel desde 2015, cumplen con normativas Euro 4, 5 y 6, pero no son tan eficientes como los modelos con etiquetas ECO o Cero Emisiones. Sin embargo, estos vehículos ofrecen beneficios frente a los más antiguos. En muchas ciudades, pueden acceder a Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), aunque con limitaciones para aparcar en la calle. Además, tienen menos restricciones que los vehículos sin etiqueta o con la etiqueta B, por lo que representan una opción intermedia en términos de regulaciones medioambientales.

Sin embargo, en muchas ciudades españolas, el acceso de los coches con etiqueta C al centro urbano ya está limitado y estas restricciones probablemente aumentarán en los próximos años. Este panorama también podría afectar negativamente el valor de reventa de estos coches en el mercado de segunda mano. Por lo tanto, aunque estos vehículos todavía son funcionales en determinadas circunstancias, su compra podría no ser una buena inversión a largo plazo, especialmente en grandes ciudades, donde las restricciones seguirán aumentando.

¿Qué pasará con el coche con etiqueta C?

La situación de los coches con etiqueta C en España está marcada por las normativas ambientales, que están en constante evolución, y la implementación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades con más de 50.000 habitantes. Estas regulaciones, diseñadas para reducir la contaminación, están limitando progresivamente la circulación de vehículos según su clasificación medioambiental.

En Madrid, por ejemplo, estos vehículos sólo pueden entrar al Distrito Centro si estacionan en un parking. Este tipo de limitaciones podría extenderse a otras zonas urbanas en los próximos años, afectando su viabilidad. Para 2028 se espera que las restricciones sean aún más severas.

Las restricciones actuales y futuras también tienen repercusiones en el valor de reventa de los coches con etiqueta C, disminuyendo su atractivo en el mercado de segunda mano. Por ello, muchos conductores están considerando alternativas más sostenibles, como vehículos con etiqueta ECO (híbridos o de gas) o Cero Emisiones (eléctricos). Estas opciones ofrecen mayor libertad de movimiento en las ZBE y ventajas económicas, como descuentos en aparcamiento.

En este contexto, invertir en un coche con etiqueta C puede ser práctico a corto plazo, siempre que se utilice en zonas con regulaciones menos estrictas. Sin embargo, a largo plazo, optar por tecnologías más limpias parece ser la decisión más inteligente.

Ayudas de hasta 2.000 euros por la compra de vehículos eléctricos

Desde el 1 de enero de 2025, Madrid aplicará medidas más estrictas para reducir la contaminación vehicular mediante la creación de una ZBE que abarcará toda la ciudad. Esta normativa prohibirá el acceso de vehículos sin distintivo medioambiental, mientras que áreas de protección especial como Plaza Elíptica y Madrid 360 contarán con restricciones adicionales.

En respuesta a estas restricciones, la Comunidad de Madrid ha lanzado el Plan Mueve Madrid, diseñado para incentivar la movilidad sostenible y la renovación del parque automovilístico. Este programa ofrece ayudas económicas para la adquisición de vehículos menos contaminantes. Por ejemplo, quienes deseen dar de baja un coche sin distintivo ambiental podrán obtener 2.000 euros si compran un vehículo con etiqueta ECO o CERO.

Además, el plan fomenta el uso de transporte ecológico mediante subsidios para la compra de bicicletas eléctricas, ciclomotores y vehículos de hidrógeno. Para taxis y vehículos de alquiler con conductor (VTC), se ofrecerán ayudas de hasta 20.000 euros por la adopción de modelos impulsados por hidrógeno. Estas opciones están diseñadas para promover el uso de tecnologías sostenibles en la región.

El proceso para acceder a las ayudas incluye ciertos requisitos, como estar empadronado en Madrid para particulares, o estar registrados en la región, en el caso de autónomos y PYMEs. Asimismo, los solicitantes deberán estar al corriente de obligaciones tributarias. Las subvenciones están disponibles hasta diciembre de 2026, dando un margen considerable para la adaptación a estas nuevas normativas.

Por otro lado, estas medidas no sólo buscan reducir las emisiones, sino también facilitar la transición hacia un modelo de transporte más limpio. Esto es crucial, ya que la legislación europea establece que para 2035 se prohibirá la venta de vehículos térmicos, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050. En este contexto, programas como el Plan Mueve Madrid representan un paso esencial para cumplir estos compromisos a nivel local y global.

En conclusión, las nuevas políticas en Madrid y el Plan Mueve Madrid son un avance importante hacia una movilidad más sostenible. Benefician al medio ambiente, u también apoyan a ciudadanos y empresas en la transición hacia tecnologías más limpias. Con incentivos económicos y una planificación a largo plazo, estas medidas posicionan a Madrid como una ciudad comprometida con la sostenibilidad y la calidad de vida de sus habitantes.