¿Por qué tiene tu gato la lengua áspera?

Los gatos son animales muy singulares. Segundos en popularidad entre las mascotas por detrás de los perros, destacan por su carácter independiente y al mismo tiempo juguetón. Uno de los aspectos más llamativos en su lengua áspera. Este órgano aloja alrededor de 473 receptores sensoriales, además de las papilas gustativas. Es un instrumento que cumple distintas funciones, sobre todo percibir e identificar los sabores, Muchos felinos son realmente exigentes con el menú y no admiten productos de baja calidad. También sirve para acicalarse, regular su temperatura corporal y mantenerse limpios.

Igualmente, los gatos usan la lengua para mostrar cariño a sus compañeros humanos. Cuando de verdad quieren y confían mucho en una persona, una de las maneras en que lo hacen saber es a través de lamidas frecuentes, que en algunos casos pueden venir acompañadas por pequeños mordiscos.

Como una lija

La sensación que produce el contacto de la lengua de los gatos con la piel puede resultar desagradable para algunos dueños. Esto sucedeporque es bastante similar a la que produciría una hoja de lija.

Lo anterior tiene una razón de ser: los filamentos distribuidos a lo largo de este hidrostato muscular están compuestos por queratina, una proteína cuya estructura es rica en fibras. Adicionalmente, estos ‘ganchos’ pueden moverse en cualquier dirección, dependiendo de la fuerza que aplique el animal o de la superficie acicalada.

Esto explica el uso de este órgano es tan eficiente como herramienta de aseo. En la práctica funciona como un cepillo donde terminan atrapados desde pelos muertos, hasta cualquier elemento externo al felino. Las lamidas también tienen un efecto tranquilizador. Por ello cuando los gatos repiten de manera frenética esta acción, es señal inequívoca de que sus niveles de angustia y estrés son elevados.

Desventajas de la lengua áspera para los gatos

Como todos los pelos muertos que tienen sobre el cuerpo se adhieren a la lengua del gato, la gran mayoría de estos terminan dentro de su tracto digestivo. Cuando se acumulan en exceso y si no son capaces de vomitarlos, la situación puede terminar en una obstrucción intestinal. Lo que requeriría de una intervención quirúrgica de emergencia para poder salvar la vida del animal.

Para evitar estos episodios, lo mejor es que peines a tu mascota al menos una vez a la semana. Para algunos mininos esta rutina equivale a una tortura, pero para otros es un momento que disfrutan con emoción. En cualquier caso, es una acción necesaria que procura el bienestar del felino.