Advertencia de los veterinarios sobre el perfume para perros: lo que dicen no te va a gustar
El cuidado de las mascotas ha evolucionado de manera considerable en las últimas décadas. Una de las últimas tendencias que ha causado un gran revuelo es el perfume para perros. Recientemente, la famosa marca Dolce & Gabbana ha lanzado un perfume exclusivo para canes, llamado «Fefé», inspirado en el caniche de uno de los fundadores de la marca, Domenico Dolce. Aunque el producto ha sido promocionado como seguro y con la aprobación de diversas entidades, muchos veterinarios han levantado la voz de alarma, señalando los riesgos que podrían implicar estos productos para la salud y el bienestar de nuestros amigos peludos.
Muchos de los que han probado este producto aseguran que sus mascotas parecen disfrutar de la fragancia suave, pero los expertos advierten que, aunque estos perfumes no contienen alcohol y, su uso excesivo puede traer consigo varios inconvenientes, como la alteración del olfato. Los perros dependen en gran medida de este sentido para explorar su entorno, identificar a otros animales e incluso detectar problemas de salud. Si el perfume enmascara esos olores naturales, los perros pueden perder información crucial para su bienestar, lo que puede afectar tanto su comportamiento como su salud.
Revolución por el nuevo perfume para perros
Tanto los perfumes para perros como los de los humanos comparten la función principal de proporcionar una fragancia agradable, existen importantes diferencias en su composición. La más destacada es la ausencia de alcohol en los perfumes para perros. El alcohol puede ser muy irritante para la piel y los sentidos de los animales, y debido a que los perros tienen una piel más sensible que los humanos, cualquier producto que contenga alcohol podría causarles molestias o reacciones alérgicas. Por lo tanto, los perfumes diseñados para animales no contienen alcohol y suelen tener una formulación más suave, adaptada a sus necesidades.
A pesar de estas diferencias, los veterinarios advierten que incluso los perfumes que son considerados «seguros» pueden tener efectos secundarios si no se usan correctamente. Aunque el uso de estos productos en pequeñas cantidades no suele ser problemático, se debe tener en cuenta que los perros tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, mucho más agudo que el de los humanos. Al aplicarles un perfume, existe el riesgo de cubrir o distorsionar esos olores naturales, lo que podría dificultar que los perros reconozcan su entorno.
Otro de los principales peligros asociados al uso de perfumes en perros es que pueden enmascarar olores desagradables que podrían ser indicativos de problemas de salud. Los perros, al igual que los humanos, pueden experimentar una variedad de problemas médicos que afectan su piel, oídos o boca. Por ejemplo, la otitis, una infección en los oídos, se caracteriza por un olor fétido en esa zona, lo cual es una señal clara de que algo no está bien. Si se cubre este olor con perfume, los dueños de los perros podrían no darse cuenta de la afección y retrasar el tratamiento necesario.
Asimismo, los perros pueden sufrir de infecciones en la piel, mal aliento o problemas digestivos, todos ellos asociados con olores específicos que pueden alertar a los dueños sobre la necesidad de consultar a un veterinario. Al ocultar estos olores con perfume, se corre el riesgo de pasar por alto síntomas que podrían derivar en enfermedades más graves. Además, algunos perros pueden experimentar reacciones alérgicas a ciertos ingredientes de los perfumes, lo que podría agravar aún más cualquier condición de salud subyacente.