Internacional

Twitter prohibió a Trump el acceso de por vida pero permite lanzar arengas al portavoz de los talibanes

La red social Twitter -al igual que otras plataformas, como Facebook- cancelaron las cuentas oficiales de Donald Trump cuando era presidente de los Estados Unidos de América argumentando que sus mensajes amenazan «nuestra política de integridad cívica» pero, por contra, sí que tiene a gala conceder su espacio libre y abierto para nada menos que el portavoz de los talibanes. A Trump, de hecho, le prohibieron el acceso de por vida incluso si volvera a presentarse a las elecciones.

Zabihullah Mujahid, que así se llama el vocero del grupo fanático islamista que se acaba de hacer con el poder en Afganistán y que imponen la sharia como forma de Gobierno, mantiene su cuenta abierta en Twitter para difundir al mundo sus mensajes en la misma red social que prohibió en enero de este año al presidente de la mayor democracia del mundo expresarse en su plataforma porque a la cúpula de la empresa tecnológica no le gustaba su discurso.

También mantiene con orgullo su cuenta en la misma red Twitter Mohammed Naeem, uno de los líderes de la oficina política del Estado Islámico de Afganistán, que también cuenta con 200.000 seguidores directos y que se dedica a publicitar las acciones de los talibanes en su advenimiento al poder en su país. Con total libertad.

De hecho, el propio CEO de Twitter, presume con orgullo de haberle retirado el altavoz al presidente de Estados Unidos. En el mismo mes de enero, apenas una semana después de que se le prohibiera a Trump el acceso a su cuenta para publicar mensajes, Jack Dorsey, mandamás de la red, vio cómo se filtraban unos audios en los que se le escuchaba jactarse de los siguientes pasos que quería dar en su lucha particular. «Sabemos que estamso enfocados en una cuenta en este momento, pero esto será mucho más grande y continuará por mucho más tiempo. El foco está puesto claramente en esta cuenta [la de Trump] y en los lazos que tiene con la violencia en el mundo real. Pero tenemos que pensar a largo plazo», se le escuchaba decir a Jack Dorsey.

Esa violencia en el mundo real no parece que alcance a los líderes talibanes ahora que se han hecho con el poder en Afganistán para imponer la sharia.