Segunda visita de Emmanuel Macron a Líbano tras la explosión
Acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, y el ministro de Salud, Oliver Verán, Emmanuel Macron llegó este lunes a la capital libanesa para celebrar la designación del nuevo primer ministro libanés, Mustapha Adib -quien fuera desde 2013 embajador libanés en Alemania-, y para acelerar el proceso de formación de Gobierno.
Esta es la segunda visita de Macron a Beirut desde que el 4 de agosto una explosión en el puerto de la capital libanesa provocara, no solo 190 víctimas mortales, 6.500 heridos y la pérdida de hogares a más de 300.00 personas, sino también una revuelta en las calles que obligó, al por entonces primer ministro, Hassan Diab, a renunciar.
“Libaneses, vosotros sois como hermanos para los franceses”, escribía Macron en su cuenta de Twitter, “Os hago una promesa: vuelvo a Beirut para examinar la ayuda de urgencia y construir con vosotros las condiciones de la reconstrucción y la estabilidad”.
El presidente galo, primer líder extranjero que acudió al país africano tras el desastre del puerto, se ha erigido el líder internacional para el apoyo en la reconstrucción del país y, aunque el propio Macron ha declarado que se trata del “multilateralismo” que caracteriza a la política exterior francesa, algunos le han acusado de “colonialismo” y de “intromisión de Francia en los asuntos internos de Líbano”.
El principal reto de Adib
Adib, designado por los responsables políticos libanes como nuevo primer ministro, prometió reformas y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El nuevo hombre fuerte de Líbano ha conseguido el consenso de prácticamente todos los grupos políticos, incluyendo el bloque musulmán suní Corriente de Futuro, de Saad Hariri, y el chií Hizbulá, de Hassan Nasrallah. Este último, según señala AFP, mostró su intención de establecer “un diálogo constructivo” para el país.
La explosión solo hizo acrecentar los problemas económicos, políticos y sociales que desde hace años acompañan al país. En las primeras estimaciones tras la deflagración, Aoun y el Gobierno interino calcularon en 15.000 millones de dólares las pérdidas. Esta es la peor crisis económica desde final de la guerra civil (1975-1990), con la pérdida del valor de la libra libanesa, la divisa local. Por su parte, el Banco Mundial (BM) estimó este lunes en hasta 4.600 millones de dólares los daños ocasionados. En un informe del organismo internacional, la explosión causó entre 3.800 y 4.600 millones de dólares en daños en las propiedades físicas, mientras que calcula entre los 2.900 y 3.500 millones las pérdidas que han sufrido los sectores económicos de vivienda, transporte y bienes culturales. El BM tildó de “esenciales” tanto la ayuda internacional como la inversión privada para la recuperación.
Centenario triste del Líbano
Macron no ha elegido una fecha al azar. Este martes, 1 de septiembre se celebran los cien años del establecimiento del Gran Líbano bajo el mandato francés y está previsto que vuelva a visitar los barrios más golpeados por la deflagración, como ya hizo en su primer viaje. Según el Elíseo, esta visita será la oportunidad de “ver los primeros resultados de todo lo que se ha hecho por la ayuda y el apoyo a la población libanesa en un mes”. Además, este viaje sirve, según fuentes del Elíseo recogidas por Efe, como condición para que se forme un “Gobierno de misión” que se capaz de llevar a cabo “reformas estructurales que hasta hoy han sido pospuestas”, y de esa manera Francia, junto a otros países pueda aportar el apoyo internacional “para responder a la urgencia”.
A su llegada, el presidente del Líbano, Michel Aoun esperaba a Macron en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de la capital libanesa. Aoun, en un mensaje al pueblo libanés anunció las líneas a seguir para la reconstrucción del país: “Llamo a que el Líbano sea declarado un Estado laico, al diálogo que incluya a todas las autoridades políticas y religiosas para llegar a una fórmula aceptable para todos”.
Tras la reunión con el presidente libanés, Macron visitó al cantante libanés Fairuz- figura muy querida en Líbano-, donde varias personas se manifestaban contra el nuevo Gobierno y a la interferencia francesa con gritos de “Líbano permanecerá libre” y “Adib no pasará”.
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