«Resulta bastante probable que se trate de un atentado islamista», ha declarado por su parte a la AFP un portavoz del Ministerio de Interior bávaro, quien ha subrayado que el agresor, un afgano de 17 años que solicitó asilo, según precisó, había gritado «¡Allahu Akbar!» (Alá es grande) en el momento de la agresión.
En cuanto a las motivaciones del acto, «a esta hora todo es posible», se limitó a decir este portavoz policial.
Según el diario Bild, el autor del ataque habría llegado a Alemania procedente de Afganistán como menor no acompañado, sin sus padres. En un principio estaba alojado en un campo en Oschenfurt, y recientemente había sido entregado a una familia de acogida.
El titular de Interior bávaro, Joachim Herrmann, ha identificado al atacante como un joven de origen afgano de 17 años residente en la localidad de Ochsenfurt, vecina del lugar donde se produjo la agresión, cerca de Wurzburg. Los oficiales dispararon y mataron al atacante cuando huía de la escena, según ha informado la policía.
«Poco antes de llegar a Wurzburg, el hombre agredió a unos pasajeros con un hacha y un cuchillo», explicó el portavoz policial. «Dejó tres heridos graves y varios heridos ligeramente», añadió.
«El autor de los hechos logró abandonar el tren, la policía salió en su persecución, disparó contra el agresor y lo mató», precisó el portavoz sin más detalles.
Entre los heridos hay varios en estado crítico, según informa la televisión pública alemana ARD. Los agentes declararon en un principio que era demasiado pronto para determinar un motivo o si el incidente podría estar relacionado con el terrorismo. El propio Herrmann ha insistido en que es pronto para asegurar las motivaciones que puede haber detrás del ataque.
El tráfico en la línea férrea se encuentra suspendido debido a la operación policial, según ha informado la empresa ferroviaria, que ha puesto en marcha un servicio de autobuses sustitutorios.