Felipe González advierte contra el populismo nacido de la crisis: «No habrá EEUU de Europa este siglo»

Felipe González
Felipe González durante una conferencia.

El ex presidente del Gobierno Felipe González ha advertido contra los populismos y ha admitido este martes que no será posible construir los Estados Unidos de Europa (hacer de la UE una federación de estados) en este siglo XXI, pero ha abogado por seguir defendiendo esta «ambición» y animado a no renunciar al federalismo.

En un debate organizado por el Real Instituto Elcano sobre los ‘Desafíos de la UE, 60 años después’, también ha advertido de que España renunció «hace mucho» a la voluntad de estar en el «núcleo duro» de la toma de decisiones en la UE porque priorizó la colaboración con el «eje Washington-Londres» en tiempos de José María Aznar, que se alineó con EEUU y Reino Unido en la Guerra de Irak.

Y cuando uno se suelta de ese cebo, ha explicado, ya casi no hay manera de volver a engancharse. Para volver a ese núcleo, primero España tendría que tener «voluntad», pero también una idea «clara» de la Europa que quiere. En opinión de González, y a juzgar por la fragmentación del Parlamento español, no hay tal claridad en las posiciones que defiende cada partido.

González ha sido muy crítico con la gestión de la crisis financiera por parte de la UE, que cayó en el error de pensar que el problema residía en «haber inventado esa maravilla que se llama economía social de mercado», a la que muchos veían como un estorbo en la inserción de Europa en la economía global, por lo que impuso políticas excesivas de austeridad.

Sin embargo, en el «centro por excelencia del pensamiento liberal» como es el foro económico de Davos llevan dos años defendiendo que «el modelo de la economía global no es sostenible si no tiene en cuenta la redistribución del ingreso», ha expuesto González.

Gobernar la globalización

El referente del socialismo ha considerado irreversible el fenómeno de la globalización, por lo que reivindica que, en lugar de reaccionar contra ella, hay que centrarse en introducir mecanismos de gobernanza que faciliten una redistribución más equitativa de la riqueza frente a la nueva burbuja financiera que, alerta, se está creando y que, cuando estalle, pagarán los ciudadanos, como ha ocurrido con la crisis de deuda europea.

González ha recordado que los acreedores originales de Grecia eran, en torno a un 37%, los bancos alemanes —no el Estado alemán—, en otro 30%, los bancos franceses y un 14%, los austriacos. En cambio tras el rescate, los acreedores son los países europeos, mientras que los bancos se han «desapalancado».

«España e Italia juntas, con muy pocos compromisos de crédito en lo que fue la crisis griega, hoy suman más que la aportación alemana a Grecia», ha explicado González, que se ha quejado de las recientes declaraciones del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, hablando de los países del sur como los que gastan el dinero en «copas» y «mujeres» porque luego los del norte les pagan la juerga.

Problemas estructurales de la UE

A esa mala respuesta a la crisis se unió, a juicio de González, uno de los problemas estructurales de la UE: tener una moneda común sin una convergencia de las políticas económicas y fiscales de los Estados miembros. Pero la UE tiene otros problemas estructurales, como la falta de una política común de seguridad y de fronteras.

En el ámbito de la seguridad, ha alertado de que Europa depende tecnológicamente de EEUU, único país que, junto a Rusia, China, Israel e Irán, se ha tomado en serio la ciberseguridad. Como ejemplo, un dato: los 600 millones de euros que ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel, para desarrollar las competencias en ciberseguridad, frente a los 18.000 millones que desembolsó Barack Obama en EEUU.

Para González, el futuro de Europa pasará por que los partidos y gobernantes alemanes apuesten por una «Alemania europea» y no por una «Europa alemana».

Efectos del Brexit

Preguntado por los efectos que la negociación para el Brexit, la salida del Reino Unido de la UE, tendrá sobre el futuro del proyecto europeo, González no tiene dudas de que actuará como una «vacuna» o «contagio» en función de cómo se resuelva la defensa sobre los derechos de los ciudadanos comunitarios en Reino Unido.

«Los ciudadanos europeos no pueden ser menospreciados, maltratados o discriminados dentro de las fronteras europeas. Eso va a definir mucho más el resultado del Brexit que cualquier otra cosa» en términos de una mayor aceptación o desafección ciudadana hacia el proyecto europeo, ha vaticinado.

González ha confiado en que la extrema derecha del Frente Nacional francés que dirige Marine Le Pen no llegue a la presidencia del Elíseo porque sus detractores se unirán para que pierda en segunda vuelta, pero ha manifestado su preocupación por el contagio del populismo hacia otras fuerzas. Eso sí, si llega a funcionar lo que se denomina «Pacto Republicano» contra Le Pen, será «la última vez» que sea efectivo, ha advertido.

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