Internacional
Benedicto XVI

Así fue el papado de Benedicto XVI

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Benedicto XVI ha muerto a los 95 años, a partir de hoy su capilla ardiente se abrirá en el Vaticano para que pueda despedirse de sus fieles. El Papa que revolucionó la institución no lo tuvo nada fácil, tuvo que afrontar una serie de críticas y de escándalos que empañaron sus ideas y trabajo que pensaba que realizar. Fue nombrado en 2004, renunció 8 años después al cargo marcando un antes y un después para dar paso a Francisco. Durante estos años ha habido dos Papas, aunque Benedicto ocuparía un papel secundario como Emérito.

El papado de Benedicto XVI fue así

El papado de Benedicto XVI estuvo marcado por una serie de escándalos que marcaron su pontificado. El escándalo de la filtración de documentos reservados fue el primer momento de tensión. El Papa tuvo que reconocer que su hombre de confianza, Paolo Gabriele, estuviera implicado en este primer elemento que empañó su pontificado. Su mayordomo fue destituido y entregado a la justicia.

En 2011 realizó un gesto con el que será recordado para siempre. Pidió perdón a las victimas de violencia sexual por parte de la iglesia. Un gesto que lo llevó a Estados Unidos en uno de los focos de abusos más importantes. Esta mancha negra de la Iglesia intentó limpiarse por parte de un Papa que venía a romper con las reglas.

Benedicto XVI lucharía para acabar con esta lacra de la Iglesia, algo que le costaría el aplauso de una comunidad que necesitaba. Envío un texto a través Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, un documento en el que enviaría a todas las congregaciones para crear un protocolo a la hora actuar contra estos elementos que empañaron la doctrina católica durante los últimos tiempos.

La cooperación con las autoridades civiles fue una de las claves para evitar cualquier contratiempo con una lucha constante contra los abusos. Pudimos ver a Benedicto XVI en dos ocasiones en nuestro país, en un papado marcado por los desplazamientos que le llevaron a descubrir dos grandes ciudades de España.

En Valencia o en Santiago de Compostela se pudo ver a un Benedicto XVI que consiguió destacar ante unos feligreses que lo esperaban con los brazos abiertos. Su carisma era innegable y su lucha para crear una iglesia católica libre de uno de los elementos oscuros que la ha acompañado durante décadas fue admirable. Durante dos días todo aquel que lo desee puede ver de nuevo a un Benedicto XVI que será enterrado tal y como quería de forma austera y sencilla.