Cómo tratar los mareos cervicales

Mareos cervicales
Remedios y ejercicios para tratar los mareos cervicales.

Si sufres cervicalgia o tienes problemas de cervicales, puede que una de las causas sea además padecer constantes mareos cervicales o una sensación de vértigo que puede ser realmente molesta. Veamos a continuación en qué consisten estos mareos, por qué se producen y cómo tratar los mareos cervicales de manera fácil.

Las primeras suposiciones sobre la relación entre la posición de la cabeza, el cuello y el sentido del equilibrio se remontan aproximadamente a dos siglos atrás, pero es solo alrededor de 1950 que una hipótesis real de la relación entre ellas se da como un hecho, de modo que se descubre que sufrir de cervicalgia (trauma a la altura de las vértebras cervicales o de hecho, el cuello), puede derivar en tener constantes mareos cervicales.

En los años siguientes a veces se prefiere hablar de «talón cervical» cuando el síntoma típico no es un verdadero vértigo (que es percibido por el paciente con la sensación del movimiento del cuerpo y no tanto de mareo), tanto como una sensación de inestabilidad.

Causas de los mareos cervicales

Principalmente reconocemos dos mecanismos que podrían subyacer a los mareos cervicales:

  • Compresión vascular.
  • Entradas propioceptivas alteradas por la columna cervical superior.

En el primer caso, las vértebras cervicales pueden, bajo ciertas condiciones, comprimir las arterias del cuello, reduciendo así el flujo sanguíneo, por ejemplo, debido a: Artrosis, operaciones quirúrgicas, manipulaciones del cuello, trauma (accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, etc.).

En el segundo caso, tiene que ver con la percepción del equilibrio, que es normalmente el resultado de una compleja serie de diferentes señales del cerebro que se traduce finalmente en una respuesta muscular que permite al individuo no caerse y ser consciente de su posición en el espacio en cualquier momento.

En el caso de que se produzcan señales incorrectas desde el cuello, el cerebro reacciona de una manera impredecible la falta de coherencia entre las señales, manifestando así mareos cervicales y vértigos.

Sea cuál sea la causa de los mareos cervicales, podemos tratarlos de forma que se reviertan o, de hecho, que desaparezcan. Para ello, puedes hacer lo siguiente.

Pasos para tratar los mareos cervicales

Para tratar los mareos cervicales existen varios remedios y ejercicios tales como:

  • Medicamentos (antiinflamatorios, relajantes musculares, cortisona ).
  • Contención suave a través del cuello o similar.
  • Ejercicio, estiramientos e instrucciones para una correcta postura y uso del cuello.

En otros pacientes, la rehabilitación vestibular puede ser necesaria, a través de:

  • Ejercicios oculares, equilibrio, caminar…
  • Exposición gradual a ambientes que causan síntomas vertiginosos.

Ejercicios para tratar los mareos cervicales

De los mencionados ejercicios que podemos realizar para tratar los mareos cervicales podemos señalar estos:

Descompresión de la primera cervical y la nuca

  1. Este ejercicio es bastante eficaz pero a la vez, delicado así que procede con movimientos lentos.
  2. El ejercicio consiste en colocar las manos en la parte trasera de la cabeza y realizando una ligera presión, debes bajar la cabeza hasta notar una ligera descompresión en la zona cervical. Aguanta diez segundos.
  3. Para hacer bien el ejercicio, puedes hacerlo sentado, con la espalda completamente apoyada contra la pared.

Movilización con los ojos cerrados

  1. Con este ejercicio daremos un «reinicio» a las cervicales, ya que el estado inflamatorio prolongado puede haber «distorsionado» la zona por lo que se producen los mareos cervicales.
  2. Lo que tenemos que hacer es sentarnos en el suelo, apoyando la cabeza contra la pared y mover ésta hacia un lado y hacia el otro, con movimientos lentos y con los ojos cerrados.

Fortalecimiento de los músculos cervicales

Algunas personas tienen la característica de tener músculos cervicales extremadamente débiles.

Puede sucederle a las mujeres con una constitución delgada, o puede ocurrir como resultado de un trauma cervical, o les puede suceder a aquellas con características estructurales especiales.

Cuanto más débiles sean los músculos cervicales, más lucharán para soportar el peso de la cabeza. Cuanto más esfuerzo hacen, más se inflaman, con las inevitables consecuencias.

Aquí hay un ejercicio excepcional de fortalecimiento de los músculos cervicales que consiste en lo siguiente:

  1. Tumbado en el suelo con las piernas dobladas, debes colocarte en posición como si quisieras ver por encima de éstas.
  2. Es decir, te tumbas y levantas ligeramente la cabeza con un movimiento suave. Aguanta unos segundos y repite varias veces.

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