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Nuevas evidencias revelan cómo fue realmente la crucifixión de Jesús

Se ha dicho y escrito mucho sobre la crucifixión y muerte en la cruz de Jesús. Aquí te mostramos algunos datos nuevos, toma nota.

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  • Francisco María
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Un grupo de arqueólogos británicos encontró el esqueleto de un joven en un cementerio del siglo I d.C en Cambridgeshire, al este de Inglaterra. Al observar el talón, encontraron que se hallaba perforado con un gran clavo de hierro oxidado. Después de comparar estas evidencias de crucifixión con las anteriores, descubrieron que, en la época de Jesús, la metodología de ejecución era un poco diferente a lo que se creía. A continuación, aportamos algunos interesantes datos sobre esta cuestión.

Hallazgos de crucifixiones antiguas

David Ingham, gerente de proyectos de Albion Archaeology, junto a su colega Corinne Duhig, arqueóloga de la Universidad de Cambridge, informaron que el esqueleto encontrado era el de un hombre de 25 a 35 años, posiblemente un esclavo condenado por un delito muy grave.

Las bases de cómo se desarrollaba la crucifixión en esa época surgieron en 1968, cuando se encontraron talones con clavos de hierros perforados. Más adelante estas evidencias aparecieron en contadas ocasiones, debido a que estos cadáveres, generalmente no eran enterrados.

Este nuevo hallazgo, que se detalla en la revista British Archaeology, fue catalogado como la mejor evidencia de una crucifixión en el mundo romano. Además, es la única prueba física de crucifixión en el norte de Europa.

Juntos, los hallazgos les han permitido concluir a los investigadores que las piernas de los condenados se fijaban en la cruz, específicamente en la viga vertical, con un clavo, que atravesaba uno o los dos huesos del talón.

Los clavos encontrados en Jerusalén e Inglaterra, tienen una sección rectangular transversal, mientras que los hallados en Egipto y Venecia, eran ovalados. Estos “sujetadores”, al parecer, eran comunes hace 2.000 años.

Los clavos estaban en los talones y las muñecas

En las pinturas o representaciones, los pies de Jesús están perforados en la zona de los huesos tarsales o metatarsianos. Sin embargo, las evidencias muestran que se clavaban a los talones.

Emanuela Gualdi, una científica de la Universidad de Ferrara, quien examinó un esqueleto encontrado cerca de Venecia, dijo que la crucifixión se llevaba a cabo de varias formas; ambos pies se giraban en una dirección o en direcciones opuestas y se sujetaban los talones con un clavo, o bien se sujetaba un solo talón. Esto hacía que la víctima pudiera apoyarse en él y esto prolongaba su tormento.

Los arqueólogos italianos, por su parte, testificaron que el esqueleto hallado tenía perforadas sus muñecas, y no las palmas de las manos. Esto ya había sido probado por el cirujano francés Pierre Barbet en 1931, quien descubrió que el peso del cuerpo no sería soportado por los frágiles huesos de las manos, pero sí por las muñecas, pues son mucho más resistentes.

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