Insólito hallazgo arqueológico: rescatan un tesoro del siglo XVI escondido en las paredes de la catedral de Vilnius

La catedral de Vilnius, situada en la capital de Lituania, es conocida por su rica historia y su papel central como lugar de enterramiento de miembros de la realeza y la aristocracia del Gran Ducado de Lituania. En las últimas décadas, este monumento histórico fue objeto de investigaciones que buscan sacarle el velo a los misterios que alberga en su interior.

Recientemente, una serie de investigaciones arqueológicas llevaron a un descubrimiento inesperado en sus criptas. Un equipo de especialistas encontró un tesoro que había estado escondido durante casi un siglo, arrojando nueva luz sobre las costumbres funerarias y los líderes políticos de la época renacentista en Europa del Este.

¿Qué contenía el tesoro escondido en las paredes de la catedral de Vilnius?

El descubrimiento se produjo el pasado 16 de diciembre, cuando los expertos, utilizando una cámara endoscópica, inspeccionaban cavidades y grietas en las paredes subterráneas de la catedral de Vilnius.

Los objetos, envueltos en periódicos fechados en septiembre de 1939, incluían coronas, anillos, cadenas, un cetro y una esfera, entre otros. Estos artefactos se habían ocultado al inicio de la Segunda Guerra Mundial para protegerlos de posibles saqueos.

Según Mykolas Sotincenka, coordinador de comunicaciones de la Archidiócesis de Vilnius, estos tesoros funerarios fueron originalmente descubiertos en 1931, después de que una inundación expusiera la cripta que contenía los restos de tres gobernantes del siglo XVI. Sin embargo, su paradero posterior había permanecido en el misterio hasta ahora.

¿Qué valor tienen los objetos encontrados en la catedral de Vilnius?

Los artefactos recuperados están estrechamente relacionados con figuras clave de la historia del Gran Ducado de Lituania y Polonia. Entre ellos se encuentran las insignias funerarias de Alejandro Jagellón, Gran Duque de Lituania y Rey de Polonia, así como las de dos esposas de Segismundo II Augusto: Isabel de Austria y Bárbara Radziwiłł.

Cabe remarcar que estas piezas no fueron usadas en vida por los monarcas. Fueron elaboradas específicamente para acompañarles en sus sepulturas.

En lo que respecta al simbolismo de los objetos, el cetro y la esfera representan el poder político y religioso de los gobernantes.

Y cabe remarcar también que estas dinastías, los Jagellón y los Habsburgo, marcaron un período de auge conocido como el Renacimiento polaco-lituano, considerado una «edad de oro» para ambas naciones.

Significado cultural y restauración de los tesoros

El arzobispo de Vilnius, Gintaras Grušas, declaró que este descubrimiento reafirma el estatus de la catedral de Vilnius como la necrópolis de la élite del Gran Ducado de Lituania. También destacó la importancia de las piezas como «símbolos de la identidad europea y testigos de la tradición estatal lituana».

La restauración de los objetos ya comenzó y se espera que sean exhibidos al público a finales de este 2025. Este proceso es crucial para preservar las delicadas piezas y garantizar que su legado perdure.

La historia de los antiguos dueños de este tesoro

Alejandro Jagellón fue miembro de una de las dinastías más importantes de Europa renacentista, mientras que Bárbara Radziwiłł es recordada por su inteligencia y por protagonizar una historia de amor poco común en su época. Su matrimonio secreto con Segismundo II Augusto desafió las convenciones sociales de entonces.

El hallazgo de estas insignias reales también ofrece una nueva perspectiva sobre las prácticas funerarias de la época. Según Sotincenka, estas coronas y ornamentos reflejan un profundo respeto por los monarcas y su legado, y también subrayan la destreza de los orfebres renacentistas.

Lituania conserva pocos artefactos auténticos del Renacimiento, lo que hace que este hallazgo sea especialmente significativo.

Para concluir, Rita Pauliukevičiūtė, directora del Museo del Patrimonio de la Iglesia de Vilnius, alega que «esos objetos son una ventana al pasado y un recordatorio de la riqueza cultural e histórica de la región».