Los 6 faraones más importantes de Egipto
Los faraones del Antiguo Egipto fueron, en gran medida, los causantes de la popularidad de una nación única y que, a día de hoy, sigue manteniendo ese status de gran imperio de la antigüedad.
La lista de mandatarios que vivieron en Egipto es inmensa, y se data desde la Época Arcaica, alrededor del año 3000 a.C., hasta la caída de la dinastía Ptolemaica cuando Augusto convirtió Egipto en una provincia de Roma. Recordados por ser una nación próspera y por sus construcciones como las pirámides, para las cuáles todavía los expertos no han encontrado una explicación satisfactoria, los faraones egipcios ejercieron su poder durante miles de años hasta que Roma los sometió.
Zoser
Correspondiente a la Dinastía III del Antiguo Egipto, Zoser, conocido como Necherjet, fue el encargado de construir la primera pirámide que aún se conserva. A pesar de que no es tan conocido como otros sucesores, Zoser recibió el encargo de su antecesor de construir la pirámide escalonada de Saqqara, en la capital Menfis.
Esta pirámide serviría como modelo para las posteriores construcciones que harían otros faraones, mucho más monumentales, pero con la misma importancia en intención que la de Zoser.
Keops
Cierto es que el nivel de importancia de los faraones del Antiguo Egipto a menudo se mide por sus construcciones y aportaciones arquitectónicas a su reinado. En este sentido, Keops no solo fue el mandatario que mandó construir la famosa Gran Pirámide de Giza, también historiadores de la época antigua lo definieron como un auténtico tirano, que pasó a la historia por controlar el poder entre los años 2589 y 2566 a.C.
Se piensa que el responsable arquitecto de esta maravilla fue Hemiunu, una de las personas de confianza de Keops durante su mandato. Actualmente, la Gran Pirámide de Giza es la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que todavía queda en pie.
Tutmosis III
El rey Tutmosis III perteneció ya a los mandatarios del Imperio Nuevo, enmarcado en la Dinastía XVIII. Gobernó entre los años 1479 y 1425 a.C, y lo hizo con grandes conquistas.
Desde pequeño estuvo controlado por su madrastra, Hatshepsut, hasta que pudo reinar una vez muerta. A Tutmosis III, conocido también como Menjeperra, se le atribuye la mayor expansión de Egipto durante su mandato, llegando a poner pies en las tierras de Palestina, Siria y Líbano.
Se concentró más en la expansión de Egipto que en las grandes construcciones, a las que no dejó de lado, ya que se dedicó a restaurar buena parte de ellas. Su tumba fue encontrada en 1898 bajo los trabajos dirigidos en Egipto por el egiptólogo y naturista francés, Víctor Lloret.
Akenatón
Conocido como Amenhotep IV y Neferjeperura, su reinado se concentró en entre los años 1353 y 1336. Su importancia radica en el establecimiento en Egipto del culto exclusivo al Dios Atón, algo que jamás se había visto en las anteriores dinastías y mandatarios.
Fue conocido como el Faraón Hereje por el culto al dios del sol y por cambiar la capital a Amarma, donde se encargó de construir grandes edificaciones con las riquezas embargadas a los sacerdotes. Akenatón fue el encargado de dejar a un lado a los dioses y dar importancia por encima de estos a la familia real. Esto se vio reflejado en distintas aportaciones artísticas donde el arte egipcio cambió por completo su concepción a la hora de representar a los dioses.
Ramses II
Unos 66 años duró el reinado de Ramses II, conocido en el Antiguo Egipto por Usermaatra Setepenra. Se estima que tuvo cerca de 100 hijos y supuso para Egipto el reinado más largo de un faraón que pertenecía a la dinastía XIX.
La gran obra de Ramses II quedó reflejada en la enorme cantidad de edificios y construcciones que mandó a realizar durante su mandato, incluyendo su espectacular mausoleo en el Valle de los Reyes, o el de Abu Simbel. Además, fue asociado a la figura de Moises y su mujer, Nefertari, «por la que brilla el sol», fue nombrada la Gran Esposa Real, a pesar de que Ramses II se casó varias veces más.
Cleopatra
Realmente Cleopatra llegó al poder cuando Egipto ya había sucumbido al poder de Roma. A pesar de ello, quiso mantener la hegemonía de la nación y su legado, y mantuvo buenas relaciones con Roma, compartiendo alcoba Julio César y Marco Antonio, con el que tendría un hijo, Filadelfo Antonio, que accedería al trono como Ptolomeo XVI.
Lo cierto es que Cleopatra pasó a la historia del Antiguo Egipto como una mujer bella capaz de conquistar a cualquier hombre, pero también como una digna mandataria de Egipto, que logró montar un entramado diplomático muy fuerte.
A Cleopatra VII se la considera la última faraona de Egipto, a pesar de que dos de sus hijos llegaron a gobernar, fruto de sus relaciones como Julio César y Marco Antonio. La tumba de Cleopatra y Marco Antonio sigue siendo un secreto que todavía nadie ha llegado a resolver.
Temas:
- Historia
Lo último en Historia
-
Los Castillos de España: revelando historias ocultas en sus muros
-
La Influencia de Teresa de Jesús en el Feminismo Contemporáneo
-
Las rutas del vino: recorrido por la historia vinícola de España
-
Los arqueólogos no dan crédito: encuentran una misteriosa máscara del neolítico con 9000 años de antigüedad
-
Las huellas de la Ruta de la Seda en la península ibérica
Últimas noticias
-
Prohens no se reunirá con la izquierda por las zonas inundables porque «el acuerdo está próximo»
-
Glòria Serra, así es la presentadora de ‘Equipo de Investigación’: su edad, pareja, hijos y trayectoria
-
El Gobierno de Sánchez otorgó a Aldama la Orden del Mérito de la Guardia Civil en 2022
-
La falta de medios de la Guardia Civil en Almería evita que intercepten a once narcolanchas en un día
-
La solución al problema que tienes en casa la puedes comprar en una farmacia y su resultado es increíble