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Edwin Arrieta: sale a la luz la sorprendente herencia del cirujano asesinado por Daniel Sancho

  • Natalia Díaz
  • Periodista y comunicadora audiovisual. Actualmente redactora en Happy FM. Interesada sobre todo en la música y adentrándome en el mundo de la televisión.

Poco a poco se sigue desgranando nueva información en torno al caso del asesinato de Edwin Arrieta supuestamente a manos de Daniel Sancho. La última hora es que este fin de semana se ha podido conocer la herencia que ha dejado el cirujano plástico tras su muerte y ha sorprendido al no ser tan cuantiosa en bienes materiales como se esperaba, según ha podido conocer un reconocido medio de comunicación español.

Normalmente, si tienes bastante fluidez monetaria sueles ser propietario de varios inmuebles, pero este no era el caso del fallecido. En la ciudad colombiana de Montería tenía situada su residencia habitual, ya que allí se encontraba la clínica donde trabajaba normalmente. Sin embargo, tanto el piso de lujo donde vivía como su lugar de trabajo eran ambos alquilados, según cuenta El Mundo.

Edwin Arrieta jugando al polo | @edwinarrietaa (Instagram)

Además de operar en Colombia, también lo hacía en Chile. Es decir, sus fuentes de ingresos no eran precisamente escasas, más teniendo en cuenta los honorarios que cobran este tipo de profesionales. Por este motivo sorprende la ausencia de grandes bienes materiales en la herencia de Edwin Arrieta. Una persona cercana al entorno del cirujano ha asegurado que todo lo que figura en su legado es solamente un vehículo Mercedes y unos cuantos adornos de plata.

El único inmueble que habría poseído como tal el médico era un chalet situado en la playa Córdoba (Colombia) y lo vendió hace un tiempo para comprarle un piso a su única hermana en la ciudad de Lorica, de la que ambos eran natales. Cuando viajaba por trabajo a otros países siempre se alojaba en hoteles de lujo. Por ejemplo, el Hotel Wellington de Madrid. De hecho, se habría planteado mudarse a España. La citada fuente revela también que el médico tenía intención de comprarle una finca a su padre ya que siempre estaba ahí para respaldar a los suyos, ya fuera personal o económicamente.

Para todos estos planes era necesaria una importante suma de dinero, la verdadera fortuna de Edwin Arrieta. El cirujano no sería un gran propietario, pero sí contaba con cuantiosos ingresos con los que costeaba su alto nivel de vida (incluyendo su afición al polo) y que también ahorraba para invertir en otros negocios. Uno de esas futuras inversiones habría sido la de meterse como socio en la hamburguesería en la que trabajaba Daniel Sancho, cosa que no dio tiempo a que sucediera.