Militante del PSOE desde 1973, Tezanos abandonó la Ejecutiva Federal socialista para hacerse cargo del instituto público en 2018 por encargo expreso del presidente del Gobierno, convirtiéndose así en el primer militante de un partido que se colocaba al frente del CIS en cuarenta años de democracia. Desde entonces, el ex secretario de Estudios y Programas del PSOE exhibe una acreditada habilidad: todos los sondeos del CIS otorgan a su partido un mejor resultado del que días después conquista en las urnas. Y, viceversa, sus encuestas castigan al PP con porcentajes que son superiores cuando los ciudadanos acuden a votar.

En la hemeroteca están ya sus sensacionales patinazos como máximo responsable de CIS. El primero de ellos en unas elecciones andaluzas donde no supo detectar la primera irrupción de Vox en un Parlamento autonómico y otorgó un triunfo al PSOE que luego fue por un margen más estrecho del pronosticado.

Después llegarían las elecciones de la Comunidad de Madrid, donde, en lugar de la arrolladora victoria de Ayuso, el CIS adelantó un empate entre la izquierda y la derecha. En las de Castilla y León del pasado mes de febrero, el instituto público fue el único en augurar una victoria del PSOE. Y en las andaluzas del pasado 19 de junio no detectó ni la mayoría absoluta del PP, ni la caída del PSOE a su peor resultado histórico.