El Supremo advierte a la golpista Ponsatí: «Será detenida si no se entrega»
La ex consejera del Govern durante el 1-O ha asegurado que no tiene intención de presentarse ante el juez Llarena, cuya "autoridad no reconozco"
La golpista Ponsatí vuelve a España y desafía a Llarena: «He venido a plantar cara»
El Tribunal de la UE devuelve cautelarmente la inmunidad al fugado Puigdemont
El Tribunal Supremo ha recordado a la exconsellera catalana y eurodiputada Clara Ponsatí, que este martes ha regresado a España tras cinco años y medio huida de la Justicia, que debe comparecer ante el instructor Pablo Llarena, ya que de lo contrario será detenida y puesta a disposición judicial. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha explicado hace unos minutos que esperarán a una orden del magistrado para actuar. Mientras, en una rueda de prensa ofrecida tras su regreso a Barcelona, la dirigente separatista ha afirmado que «he venido a plantar cara».
Ponsatí, exconsellera del Govern de Carles Puigdemont que huyó tras la declaración unilateral de independencia de 2017 para evitar ser procesada por el 1-O, ha cruzado la frontera francoespañola para regresar a Cataluña, sin entregarse a las autoridades pese a su orden de detención. Además la política ha dejado claro que «no he venido a buscar ningún pacto con el Estado» como reproche a los dirigentes de ERC que han obtenido beneficios tras acuerdos con el Gobierno de Pedro Sánchez.
«Soy eurodiputada y tengo inmunidad en toda la Unión Europea, sólo en España no se me reconoce», ha asegurado Ponsatí, que ha regresado a Cataluña no para hacer «ningún pacto con el Estado», sino para «denunciar la vulneración sistemática» de los derechos de los catalanes y para «plantar cara», lo que se interpreta como una declaración de que no tiene previsto comparecer ante el Supremo.
Según informa la Agencia EFE, citando a fuentes jurídicas, la intención del juez Llarena es «actuar exactamente igual» que en los casos de la exconsellera Meritxell Serret y la exdirigente de la CUP Anna Gabriel, quienes también estuvieron huidas de la Justicia y que como Ponsatí están acusadas de un delito de desobediencia que no conlleva pena de prisión, solo de inhabilitación. Ambas fueron puestas en libertad tras su paso por el Supremo.
Ahora bien, si la eurodiputada decide no comparecer, el Supremo recuerda que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado estarían obligados a detenerla en virtud de la orden nacional de detención, que siempre ha estado en vigor desde que huyó de España en 2017. Así lo detalló el juez en su auto del pasado 12 de enero, en el que acordó la detención, a efecto de recibirle declaración por el delito de desobediencia que se le imputa.
En este escenario, Ponsatí sería conducida al juzgado de guardia de Barcelona que actuaría en representación del Supremo comunicándole la causa por la que está procesada, así como la citación para comparecer ante el alto tribunal. Y si ante esa segunda citación, tampoco decide personarse ante Llarena, el Supremo deja claro que sería nuevamente detenida para ser conducida ante el instructor del procés, tal y como sucede con cualquier persona que tiene una citación judicial y no quiere ir.
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