Sánchez se ríe de Arrimadas: promete negociar con Torra y la reforma del delito de sedición que le negó a Cs
En dos minutos, en la entrevista masaje en Televisión Española de este lunes, Pedro Sánchez se ha reído sin paliativos de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. En respuesta a dos preguntas seguidas de la presentadora, el jefe del Ejecutivo anunció que esta misma semana llamaría al president Quim Torra para convocar la mesa de negociación del referéndum separatista y que el Ministerio de Justicia trabajaba ya en un «compromiso» personal suyo: la reforma de los delitos de sedición y rebelión en el Código Penal para lograr el apoyo del PDeCAT a los Presupuestos Generales del Estado. Sánchez prometió a Arrimadas que ninguna de estas dos cosas ocurrirían.
El presidente del Gobierno juega con la formación naranja a negociar los Presupuestos y convertirles en socios de la coalición mientras mantiene abierto el diálogo y las cesiones a sus socios de la investidura Frankenstein. Moncloa no quiere cerrar ninguna puerta de cara al debate y aprobación de las cuentas públicas para asegurarse que, con una suma u otra, los números salgan adelante. Mientras en el PSOE les da igual que finalmente sea Ciudadanos o ERC y Bildu los que voten afirmativamente el proyecto que presentará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sus socios de Podemos no quieren ni oír a hablar de la posibilidad de sacar las cuentas con los naranjas y exhortan a los socialistas a apostar por la vía de los socios separatistas.
El 19 de mayo, durante la reunión que mantuvieron Pedro Sánchez e Inés Arrimadas telemáticamente para acordar el apoyo de los diez diputados de Ciudadanos a las prórrogas del estado de alarma, el presidente se comprometió a no hacer ningún tipo de cesión a los independentistas si quería contar con el beneplácito de los liberales. En concreto, según se informó al término del encuentro, el Gobierno prometió a la presidenta de Ciudadanos que no volvería a reunir la mesa de negociación del referéndum. Tal como avanzó OKDIARIO días después, paralelamente, Moncloa buscaba fecha en julio para reunirse de forma bilateral con el Govern. La indisposición de Quim Torra frustró los planes confirmados por varios miembros del Ejecutivo, como el propio Sánchez o la vicepresidenta Carmen Calvo.
En las varias conversaciones que han mantenido el presidente del Gobierno y la presidenta de Ciudadanos, así como los equipos del PSOE y el partido naranja, los socialistas también se han comprometido en distintas ocasiones a aparcar la reforma del delito de sedición y rebelión que Sánchez auspició durante las negociaciones para su investidura para sumar los apoyos de los partidos separatistas. Ahora, ante la negociación de los presupuestos, el jefe del Ejecutivo recupera esta propuesta para atraer a los cuatro diputados del PDeCAT tras la ruptura con JxCAT. Moncloa sabe que están dispuestos a negociar y pretende sumar sus cuatro apoyos a la difícil suma para sacar adelante las cuentas.
A todas estas promesas incumplidas de Sánchez y su gabinete socialcomunista Arrimadas prometió plantarse levantándose de la mesa de negociación con el Ejecutivo. De momento sigue sentada escuchando las propuestas del PSOE y Podemos mientras estos intentan apuntalar la mayoría Frankenstein para no necesitar los votos del partido naranja y dejarlos en la estacada.
Ciudadanos sigue confiando en llegar a acuerdos con el Gobierno, aunque la presidenta de la formación diga que «me cuesta mucho negociar con ellos», y se erige ahora en el gran defensor del proyecto de presupuestos que en las próximas semanas presentará María Jesús Montero.
Inés Arrimadas ha llegado, incluso, a participar en el chantaje de Sánchez al PP para que los de Pablo Casado asumieran el trágala y las mentiras de la coalición. En esto, por eso, está sola.