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GOBIERNO DE ESPAÑA

Sánchez pasa de querer eliminar el Ejército a presumir en Líbano de comandante en jefe

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado este miércoles la base española Miguel de Cervantes en Líbano y les ha agradecido a los militares su «contribución a la paz mundial y la seguridad de los españoles». El líder socialista, vestido de sport con unos vaqueros y una cazadora a diferencia de los presidentes que le precedieron en este tipo de visitas de Navidad, ha posado para las cámaras enviadas por Moncloa mostrándole poco menos que como un comandante en jefe. Sánchez cierra con esta visita su giro de 180 grados frente a asuntos militares, los mismos que despachó en 2015 con un contundente «sobra» el Ministerio de Defensa.

El jefe del Ejecutivo ha viajado a Líbano acompañado por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Allí prestan servicio los 646 militares españoles desplegados en misión de la ONU. España lidera el Cuartel General del Sector Este desde la base ‘Miguel de Cervantes’ en la localidad de Marjayoun. Pero además, el general Aroldo Lázaro se encuentra al frente de toda la misión, de la que forman parte alrededor de 10.000 ‘cascos azules’, desde el pasado mes de febrero.

La Secretaría de Estado de Comunicación ha enviado a los medios un completo álbum de fotografías y vídeos del viaje. En las imágenes se ve a Sánchez, vestido de sport, recibiendo novedades de los altos mandos de la misión e incluso señalando en un mapa de detalle militar de la zona de Marjayoun, por donde discurre la compleja área denominada Blue Line que divide las zonas de Líbano controladas por milicias de Hezbolla del territorio de Israel. Una zona militarizada desde la guerra de 2006, que supuso la llegada de los Cascos Azules de la ONU para tratar de pacificarla.

Sánchez ha asumido así, por un día, el papel de comandante en jefe para confirmar ese cambio de estrategia que ha venido produciéndose durante el año 2022. Con él de presidente, España ha sido el país de la OTAN que menos Producto Interior Bruto ha dedicado a la defensa de la Alianza. Pero desde marzo, con la llegada de la invasión rusa a Ucrania, y en los meses previos y posteriores a la cumbre de la OTAN en Madrid, Sánchez ha asumido un papel militarista del que renegaba cuando estaba en la oposición.

En 2015, en una entrevista, a Sánchez se le preguntó qué parte del Estado le sobraba. No tuvo reparos en señalar al Ministerio de «Defensa» y, por tanto, a las Fuerzas Armadas. Palabras que le han perseguido desde entonces.

Agradecimiento

En un breve discurso dirigido al contingente de Líbano, Sánchez ha agradecido a las Fuerzas Armadas su trabajo en favor de la paz y la estabilidad internacional. «España está fuertemente comprometida con el papel de Naciones Unidas y la presencia de las tropas aquí es buena prueba de ese compromiso», ha asegurado.

«He venido a Líbano a transmitiros el orgullo de España por la profesionalidad y generosidad con la que desarrolláis vuestra labor», ha insistido respecto a una misión en la que España participa desde el año 2006 con el objetivo de vigilar el cese de las hostilidades entre Hezbollah e Israel y acompañar y ayudar a las Fuerzas Armadas Libanesas en el sur del país y a lo largo de la separación entre los dos estados, la llamada Línea Azul.