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Sánchez inquieta a sus barones: supervisará todas las elecciones de candidatos a las autonómicas

Varios sondeos encargados por el PSOE advierten a la dirección de Sánchez que pueden perder más de un 50% de los gobiernos autonómicos

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Los ‘sanchistas’ rechazan a la aspirante de Puig en Alicante y presentan una candidata alternativa

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Todos los presidentes autonómicos y alcaldes del PSOE de ciudades de más de 20.000 habitantes tienen derecho a repetir como candidatos en los comicios de mayo de 2023. Es lo que acordó el Comité Federal que aprobó el reglamento de primarias el pasado mes de julio, evitándoles así tener que someterse al escrutinio de la militancia a menos que alguien lo solicite.

Pero tener derecho no significa escrupulosamente que deba ser así. En política nada es seguro y cuando además la decisión, como en este caso, pasa por la cabeza de un cambiante Pedro Sánchez, todavía menos. El líder del PSOE ya ha trasladado a los suyos y a los barones que va a supervisar uno a uno todos los procesos de elección de candidatos de aquí a noviembre.

De momento ha citado a los dirigente territoriales, el 17 de septiembre, a una cumbre en Zaragoza para trazar la estrategia electoral a medio plazo. Algunos presidentes autonómicos, como Javier Lambán (Aragón) o Guillermo Fernández Vara (Extremadura) se juegan la reelección. Pero Pedro Sánchez, en función de los resultados que obtenga el PSOE en algunas comunidades claves, en una suerte de primera vuelta de las generales, se juega el llegar a medirse con Alberto Núñez Feijóo con mayor o menor fortaleza.

Pese a las malas previsiones que les otorgan los sondeos, avanzando que podrían llegar a perder hasta cinco Gobiernos regionales, en Ferraz confían en retener la mayoría de las presidencias autonómicas que en la actualidad están en manos del PSOE. Eso, apuntan en la sede federal socialista, “hace prever que todos los presidentes actuales puedan repetir”. Pero algunos tal vez tendrán que padecer hasta el último minuto. Es el caso del valenciano Ximo Puig. Sánchez está especialmente molesto con él hasta el punto de que, con los incendios del pasado mes de agosto en la Comunidad Valenciana, mandó inicialmente a la ministra Diana Morant -a la que quiere de relevo- con una agenda paralela a la del presidente de la Generalitat. Un gesto que no gustó en el entorno de Puig.

El secretario de Organización socialista y su adjunto, Santos Cerdán y Juanfran Escudero, respectivamente, son los responsables de mantener la relación con los territorios con el fin de evitar procesos de primarias reñidos que puedan ser traumáticos para el PSOE. El objetivo es que, allí donde sea posible, únicamente exista un candidato avalado por la dirección federal que no tenga que pasar por una elección interna.

Cerdán y Escudero, según fuentes cercanas al presidente, tienen que informar a Sánchez de cada paso que dan en la negociación con las federaciones territoriales. Y allí donde la Secretaría de Organización no alcance una solución satisfactoria para Ferraz, intercederá directamente el presidente. El temor a un descalabro que pueda provocar una rebelión interna, a seis meses vista de las elecciones generales, y con un PP al alza, es cada vez mayor en el equipo del secretario general y presidente del Gobierno.