La marca de ropa del dircom de Podemos multiplica por 25 los beneficios con la publicidad de Iglesias

Un negocio redondo. La marca de ropa ‘198’ fundada por el director de comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, imputado por el caso Neurona en el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, ha publicado sus cuentas anuales de 2019 y declara que ha multiplicado sus beneficios por 25 en comparación con el año pasado. Frente a 7.078 euros en positivo de 2018, la empresa Revolt Clothing 198 SL afirma que ganó 180.451 euros un año después.

Las cuentas anuales de esta compañía, a las que ha accedido OKDIARIO, muestran cómo los propietarios de ‘Uno Nueve Ocho – Marca de ropa para vencer’ se están haciendo de oro vendiendo prendas de ropa, mascarillas contra el coronavirus y accesorios de todo tipo con lemas de izquierda radical. El «anticapitalismo» convertido en un negocio muy rentable.

Gracias a la publicidad que hace el líder de Podemos y hoy vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, esta empresa está registrando cifras récord. Se trata de una empresa que únicamente tiene entre dos y tres trabajadores. En 2018 declaraban un una media de 1,53 empleados en plantilla, que un año después ha pasado a ser 2,57.

A costa de cobrar a los seguidores de Podemos precios tales como 35 euros por un polo o 13 euros por una mascarilla con funda, los socios de la tienda 198 están haciendo el agosto. Gracias a una estrategia de publicidad muy agresiva, los propietarios de esta empresa aprovechan el capitalismo para engordar sus cuentas corrientes.

La sociedad ha duplicado sus activos de 144.779 euros a 370.633 en un año.  Ha pasado de facturar 606.741 euros a 1.017.411 euros en 2019. A esto hay que restar 399.039 euros en aprovisionamiento de productos para la venta, 136.270 euros en nóminas del personal y otros gastos de explotación que arrojan un resultado antes de impuestos de 240.504 euros. Tras pagar 60.052 euros en tributos, la compañía declara un resultado de 180.451 euros. Se trata de un resultado muy positivo, ya que un año sus beneficios habían sido de sólo 7.078 euros. La empresa fundada por Juanma del Olmo ha podido liquidar así las pérdidas de 118.963 euros que arrastraba de los ejercicios anteriores.

Esta marca de ropa es la favorita de Pablo Iglesias, como demuestra cada vez que puede vistiendo sus camisas, jerseys, cazadoras, etc. El líder de Podemos también lució una camiseta de esta marca con la bandera tricolor republicana mientras jugaba una pachanga de fútbol en la jornada de reflexión antes de unas elecciones.

La marca fue fundada en enero de 2012 por el actual director de comunicación de Podemos y no ha querido dejar pasar la oportunidad de lucrarse con el drama del coronavirus. Ha puesto a la venta mascarillas contra el Covid-19 de temática «antifascista, republicana, antipatriarcal, LGTB, comunista y feminista».

No obstante, el resultado de esta nueva línea de negocio aparecerá reflejada ya en las cuentas de 2020, que se registrarán dentro de un año. En este sentido, los beneficios pueden dispararse aún más gracias a la insistencia de Iglesias en publicitar la marca desde el Palacio de La Moncloa y desde otros espacios gubernamentales.

El vicepresidente no se ha cortado a la hora de instrumentalizar los medios oficiales como escaparate publicitario de las mascarillas de 198. El líder de Podemos ha aparecido en multitud de actos públicos en los que aprovecha su creciente visibilidad como vicepresidente para lucir estas mascarillas con las que, además, lanza su mensaje político en contra de la sanidad privada y facilita el negocio de sus amigos.

Estas ‘mascarillas de diseño’ cuestan 8,95 euros, a los que hay que sumar 3,99 si el cliente la quiere con funda. Las hay moradas con el lema en inglés «feminist», azules para proclamar «Sanidad pública», con la bandera republicana o con símbolos que aluden al Gernika de Picasso o a la artista mexicana Frida Khalo.

También las hay con el mensaje «Sólo podemos vencer», con el emblema de las Brigadas Internacionales (los batallones comunistas que lucharon en la Guerra Civil española con las tropas republicanas), con el triángulo rojo como emblema del «antifascismo» o con un diseño contra «el patriarcado». Aseguran que están homologadas pero «no son un producto sanitario en el sentido de la directiva 93/42 o el reglamento de la Unión Europea de 2017/745, ni son un equipo de protección individual». Es decir, que no están homologadas.

Esta marca de ropa ha protagonizado ya varias polémicas. Por ejemplo, cuando decidió  vender guillotinas «porque hacen falta recortes» o tras lanzar el mensaje «Almeida carapolla, Ayuso caracoño» en sus redes sociales y en las paredes de su tienda. Un apelativo ofensivo, y escasamente feminista, contra el alcalde de Madrid y la presidenta de la Comunidad.