España
Accidente en Murcia

El piloto del C-101 se eyectó “demasiado tarde” e impactó contra el agua

El piloto del Ejército del Aire fallecido durante un vuelo de instrucción en las costas de Murcia esperó hasta el último momento para activar el disparador del asiento para eyectarse, pero la distancia con el agua y la velocidad del aparato le impidió salir a tiempo de la aeronave y se estrelló con ella.

El C-101  estaba entrenándose en una maniobra en solitario, un looping a baja altitud, cuando el caza se precipitó contra el agua de forma violenta. Una fracción de segundo antes de hacerlo, como se aprecia en las imágenes, el piloto logró activar el disparador de su asiento para proceder a la eyección, pero lo hizo a pocos metros de altura del agua. Demasiado tarde.

“Viendo las imágenes se puede calcular que estaba a apenas diez metros de la superficie del mar. En una maniobra como la que estaba realizando el aparato, en la que el motor se debe poner a ‘full gas’ en descenso, la velocidad sería muy alta. El asiento necesita un tiempo de reacción y en este caso no fue suficiente, el impacto contra el agua tuvo que ser brutal. Salto demasiado tarde” explican a OKDIARIO fuentes del Ejército del Aire con años de experiencia en el pilotaje del mismo modelo que opera la Patrulla Águila.

Asiento del C-101 como el accidentado, con la correa de eyección en el centro del asiento.

Fuentes de Defensa explican que en un principio se manejó la información de que el piloto había conseguido saltar porque efectivamente se encontraron restos de la cúpula -la primera pieza en romperse durante una eyección- en la zona. Pero el tiempo de reacción no fue suficiente para liberar al piloto, que sufrió el fuerte impacto contra el agua.

El suceso tenía lugar hacia las 9.38 horas, cuando un centenar de llamadas desde La Manga alertaban al teléfono de emergencia 112 de que un avión habría caído al mar.

El C-10,1 fabricado por la extinta empresa nacional CASA, denominado militarmente E-25 ‘Mirlo’, está dedicado a la enseñanza básica avanzada de la Academia General del Aire y en el momento del accidente en él viajaba un instructor.

Desde hace una década, el Ejército del Aire ha estado buscando un sustituto para estas aeronaves. La flota está obsoleta pero en el Aire aseguran que “son plenamente funcionales para operar».

Además, explican, “los aparatos se revisan a diario y se lleva un control exhaustivo de motores, fuselaje y sistemas electrónicos, ya que el uso que se les da requiere que estén al cien por cien de sus capacidades”. Sin embargo, la investigación que se abrirá en las próximas horas o días será la que determinará las causas del accidente, si se trató de un error humano o un fallo técnico de la aeronave.