España
Formación de Gobierno

Sánchez impone un protocolo de seguridad especial en Moncloa para sus encuentros con Iglesias

Poco más de una decena de personas, miembros de los equipos de ambos dirigentes, conocen los detalles de esos encuentros que han servido para cerrar la estructura de Gobierno.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Se ven mucho. Muchísimo. Más de lo que nos dicen o descubrimos a través de filtraciones. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ultiman todos los detalles para una boda que aún no tiene fecha pero que les hará vivir una larga luna de miel inolvidable. Eso sí, antes tendrán que pagar el precio de la despedida de solteros, que en esta ocasión la organiza Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana. Ese romance, que en un momento determinado Sánchez llegó a decir que le quitaba el sueño por las noches, lo llevan con total discreción. Tanta que el presidente del Gobierno en funciones ha impuesto un protocolo de seguridad especial tanto cuando Iglesias va a Moncloa como cuando él sale del Palacio para reunirse con el líder de Podemos.

El protocolo en cuestión es similar al que se utiliza cuando el presidente del Gobierno acude a un centro sanitario por una cuestión de salud. Forma parte de su intimidad y, por ese motivo, en su desplazamiento se garantiza la máxima confidencialidad. Unas pocas personas, entre ellas el conductor y algún escolta, saben dónde va. Muy distinto a cuando abandona La Moncloa para ir a un acto. Entonces todo el mundo sabe si Sánchez entra o sale, más si ese día ha decidido subirse al Super Puma, que aparca en el helipuerto que hay junto al edificio del portavoz.

Durante las últimas semanas ese protocolo de seguridad que garantiza la máxima discreción para el presidente se ha activado en distintas ocasiones. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han visto varias veces, la última este jueves por la tarde en el palacio presidencial, pero como los buenos amantes que todavía son hasta el ‘sí quiero’, también han quedado fuera del complejo de La Moncloa. Todas las fuentes consultadas coinciden en no saber cuál es el lugar elegido para esos contactos en forma de negociación, pero apuntan a que se han reunido en hoteles o algún domicilio particular. No sería la primera vez. En verano, el secretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos llegó a emplear su vivienda en Madrid para alguna de las reuniones negociadoras con Podemos. Un año antes, en pleno debate de la moción de censura, Ábalos se citó con todos los partidos que apoyaron la elección de Sánchez en el hotel Vincci Centrum, a pocos metros del Congreso de los Diputados.

Algo más de una decena de personas, miembros de los equipos de ambos dirigentes, conocen los detalles de esos encuentros que han servido para cerrar la estructura de Gobierno y algunos de los principales puntos del programa que guiará su mandato. Los testigos necesarios en toda boda que tendrán que dar fe de que el amor es puro y sincero. Hasta que las urnas les separen.