Las medidas de Sánchez e Iglesias sólo reactivan el 9,2% de los empleos perdidos en el estado de alarma

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias aseguraron que sus medidas permitirían una rápida reactivación del mercado laboral. Pero lo cierto es que, pasado ya el estado de alarma, las medidas económicas del Gobierno socialcomunista sólo han permitido recuperar un 9,2% del empleo perdido. Además, el número total de parados al finalizar junio es de 3.862.883 parados.

Así, de los casi 950.000 empleos que se han destruido en España durante la crisis sanitaria del Covid, entre mayo y junio tan sólo se han creado 87.908 puestos de trabajo. El resto se ha perdido por el momento.

Los planteamientos económicos del PSOE y Podemos se centraron en una política de avales y líneas de crédito. Unas medidas que requerían poder demostrar la viabilidad del negocio para acceder a financiación. El Gobierno alardeó de poner a disposición de las empresas 200.000 millones en recursos. Pero lo cierto es que, de todos ellos, sólo 17.000 millones correspondían a gasto público real: el resto era esfuerzo de las empresas energéticas y de telecomunicaciones para no cortar el suministro a los trabajadores afectados por el coronavirus, y de la banca para conceder y tramitar créditos y líneas ICO avalados por el Estado.

Ni una sola rebaja de impuestos fue regulada ni planteada. Esas medidas, tal y como se advirtió desde el inicio por PP, Vox y Ciudadanos, no servirían para permitir a las empresas cruzar el desierto de caída de actividad del estado de alarma.

Ahora ya no es un análisis de la oposición. Ya es una evidencia constatada empíricamente.

Mercado laboral golpeado

La crisis sigue golpeando al mercado laboral en España, pasado ese estado de alarma. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (SEPE) subió en 5.107 desempleados en junio (+0,1%), el mayor repunte en un mes de junio desde 2008, según datos del Ministerio de Trabajo que dirige la comunista Yolanda Díaz.

Por lo tanto, aunque el Ejecutivo siga afirmando que ya ha dado inicio la recuperación económica, los datos reales muestran exactamente lo contrario. Junio debería haber sido un mes de contratación neta obvia: España es un país con un fuerte predominio del sector turístico en su economía, y el mes de junio es un mes de contratación para ese sector.

Así, aunque el incremento del paro en junio ha sido cinco veces menor que el registrado en mayo y muy inferior a los de abril y marzo, meses en los que la crisis sanitaria llevó a un repunte del desempleo de 282.891 y 302.265 parados, lo cierto es que los datos del sexto mes del año siguen mostrando la difícil situación que afronta la economía española como consecuencia de la crisis del coronavirus y de la gestión del Gobierno socialcomunista.

El número total de parados alcanzó al finalizar junio la cifra de 3.862.883 desempleados, la más alta del registro desde mayo de 2016. Y en esas cifras no están contabilizados los ERTE.

El paro, de este modo, ha subido en junio por primera vez desde 2008. Sólo se han registrado ascensos en la serie histórica de junio en dos ocasiones: en plena recesión de 2008 (en ese mes se disparó en 15.058 el número de desempleados) y ahora en 2020, cuando ha subido en 5.107 parados.

El dato de paro de junio, al igual que ocurrió en marzo, abril y mayo, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.

Nivel máximo de protección del SEPE

Trabajo ha admitido además que en mayo se alcanzó el nivel máximo de protección del SEPE, que dio cobertura a casi 6 millones de personas, con un total de 5.986.864 prestaciones gestionadas.

Este nivel de prestaciones es el resultado de sumar las que cobraban las personas que ya estaban en desempleo antes de la crisis sanitaria, las que perdieron su empleo desde entonces y, sobre todo, a las personas que están en ERTE.

En el mes de mayo el SEPE pagó en prestaciones 5.526 millones de euros, de los que 3.318 millones se dedicaron a pagar prestaciones por ERTE y 2.208 millones a prestaciones por desempleo, tanto en el nivel contributivo como en el asistencial.
A todo ello hay que sumar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha empeorado sus previsiones para la economía española, y ha situado a la economía nacional a la cabeza de las contracciones junto con Italia. En concreto, el Fondo prevé un desplome del Producto Interior Bruto (PIB) de un 12,8% (frente al 8% que estimó en el pasado mes de abril), como consecuencia del impacto que el coronavirus tendrá en la economía de nuestro país.

La previsión de una caída del 8% ya hubiera supuesto la mayor contracción económica de toda la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística, por lo que la nueva revisión del FMI sólo empeora unos datos ya de por sí sin precedentes recientes. Es necesario acudir a los datos post Guerra Civil para encontrar un desplome mayor.

En la crisis del 2009, de hecho, la contracción de la economía española fue del 3,8%, mientras que en 2012 fue del 3%. A nivel trimestral, el peor periodo durante la crisis de hace una década fue en el segundo trimestre de 2009, cuando la economía se contrajo un 4,4%.

Con respecto al resto de las principales economías del euro, el FMI considera que Italia también se contraerá un 12,8% (3,7 puntos menos que en abril), Francia, un 12,5% (5,3 puntos menos); y Alemania, un 7,8% (ocho décimas menos). En su conjunto, la zona euro experimentará una caída del 10,2%, al tiempo que Estados Unidos descenderá un 8%.