España
Elecciones Madrid 2021

Iglesias pasa de no tener ni 10 actos al mes como vicepresidente a uno por día como candidato del 4M

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pablo Iglesias se ha desplazado este sábado a Parla (Madrid), donde se ha reunido con asociaciones en defensa de la sanidad y la educación públicas. El candidato de Podemos para el 4M ha desplegado en los últimos días una intensa agenda para tratar de captar voto de cara a los comicios. Una frenética actividad que no tenía cuando era vicepresidente segundo, y se le criticaba su ausencia en momentos especialmente críticos, como el auge de la pandemia o el temporal Filomena.

Desde que se conoció su candidatura, Iglesias se ha volcado en lo que considera su gran objetivo político, que no es otro que derrotar en las urnas a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Un objetivo que, a la luz de las encuestas, está lejos de cumplirse, pero que el líder de Podemos ha asumido como una lucha personal.

Agenda llena

Iglesias ha llenado su agenda de actos con vistas a las elecciones. Y no hay día sin foto ni eslogan. 

El martes, apenas unas horas después de dejar la cartera, el aspirante de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid se desplazó hasta Coslada, donde protagonizó un momento viral al encararse con cuatro neonazis.

Iglesias iba cuidadosamente arropado por sus escoltas y acompañado por una cámara de su candidatura, que pudo grabar perfectamente toda la secuencia. Las imágenes fueron jaleadas de inmediato por los dirigentes de Podemos en sus redes sociales, azuzando la «lucha» contra la «extrema derecha».

Antes, el líder de Podemos había aprovechado su último día como miembro del Gobierno también con interés electoral. En un mensaje grabado en su despacho, y con la cartera del Ministerio estratégicamente colocada, enfatizó su trabajo en estos meses.

Una grabación que podría vulnerar la Ley Electoral y que supone en sí misma un desafío a la Junta Electoral que, en una reciente resolución, ya concluyó que Iglesias había vulnerado la normativa al anunciar su candidatura desde ese mismo despacho.

Un día después, Pablo Iglesias protagonizó el traspaso de carteras, e incluso entonces, aprovechó el acto para dar un mitin. «Me toca seguir trabajando desde el puesto en el que creo que puedo ser más útil», señaló en un evidente guiño electoral.

El jueves, el líder de Podemos presentó su lista para el 4M. En una polémica foto, un total de 27 cargos posaron junto a él sin mascarillas. Precisamente cuando sólo unos días antes el Gobierno había endurecido su uso, haciéndola obligatoria aún cuando exista distancia de seguridad.

«Despensas solidarias»

El viernes, Iglesias se desplazó hasta Vallecas para hacerse la foto. El candidato programó una visita a varios bancos de alimentos o «despensas solidarias», en el argot de Podemos. Ello, pese a que durante su etapa como vicepresidente ignoró las colas del hambre y nunca acudió a ninguno de esos centros que prestan ayuda a los más necesitados. El ahora candidato electoral, de hecho, se ha ido del Gobierno con un saldo demoledor. Como publicó OKDIARIO este jueves, el 93% de las personas bajo el umbral de pobreza no han percibido el ingreso mínimo vital (IMV), según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que han sido recogidos por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

Este sábado, Iglesias ha programado otro acto. En esta ocasión, en Parla, donde se ha reunido con distintas asociaciones por la sanidad y la educación pública. Allí, ha condicionado el cambio de Gobierno a que «los barrios trabajadores vayan a votar».

Desaparecido como ministro

La agenda de Pablo Iglesias en los últimos días contrasta con su pobre balance gubernamental. En distintas ocasiones se le achacó estar desaparecido en momentos críticos de la pandemia, mientras el número de fallecidos en residencias no dejaba de crecer. De hecho, cabe recordar que Iglesias no se reunió con las patronales representativas de estos centros pese a que, en marzo, se puso al frente de los servicios sociales.

Las mismas críticas arreciaron en plena borrasca Filomena, que colapsó con sus imponentes nevadas el centro del país. Fueron, además, los días del escándalo por la subida de la luz, que en sus tiempos en la oposición Iglesias convirtió en uno de sus grandes caballos de batalla electorales. Pese a las críticas, decidió prolongar sus vacaciones navideñas y no reapareció hasta 17 días después de haber protagonizado su último acto público. La agenda del vicepresidente no llegó a anotar ni 10 actos en el primer mes del año.

Pablo Iglesias sí tenía en cambio tiempo para ver series de Netflix, o para disfrutar con los conciertos de uno de sus grupos favoritos, Barricada. Pese a estar desaparecido en la actividad gubernamental, nunca tuvo problema en comentar esas distracciones en su perfil de Twitter.