España
Ministerio del Interior

Marlaska se harta de pitadas: no volverá a participar en actos policiales que tengan público civil

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, escuchó impasible este domingo una gran pitada contra él en Córdoba durante el acto de celebración de la Virgen del Pilar, patrona del cuerpo policial. Sin embargo,  la pitada ha provocado una gran bronca interna: la gente de Marlaska culpa a la Guardia Civil por haber colocado al público muy cerca de la tribuna de autoridades y anuncia que no repetirá en actos que no blinden al ministro ante los abucheos.

Lo que Grande-Marlaksa calificó ante las cámaras como «la pequeña anécdota del día», los pitidos, escoció entre bambalinas más de lo admitido. Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil, el Instituto Armado ha recibido una «fuerte queja» por parte del gabinete del ministro, acusándole de organizar el acto de tal forma que se propiciaron los abucheos.

La pitada y los gritos contra el ministro Grande-Marlaska tendrán una consecuencia inmediata: su gabinete ha trasmitido que no participará en actos de tipo policial que se desarrollen en la vía pública y con público civil. Aquellos que se encuentren desprotegidos por unas instalaciones de la Guardia Civil, como en el patio de un cuartel, donde todo el personal asistente ha sido previamente acreditado y el riesgo de ser objeto de pitadas es ínfimo.

El Ministerio del Interior, en resumen, considera que no se blindó como se debería al ministro. Esos mensajes quejosos, dirigidos al Gabinete Técnico de la Dirección General y por extensión a la Oficina de Protocolo, advertían además de que no era la primera vez que se da una situación semejante.

A unos metros de la gente

Lo que se achaca desde el Ministerio a la Dirección General es que la disposición de las tribunas de autoridades estaba muy próxima a la zona donde se encontraba el público civil que no tenía invitación y no estaba alojado en alguna de las tribunas de invitados. Esa disposición, según Interior, provocó que desde horas antes del inicio del acto se situaran en primera fila para «armar bronca».

Marlaska pasó revista a los guardias civiles que participaron en el desfile, que estaban colocados apenas unos metros por delante del público y separados por una simple valla. Las cámaras recogieron el ensordecedor ruido de las pitadas mientras el ministro pasaba frente a los agentes.

«Hubo que subirle el volumen»

Pero además, las pitadas y los gritos de «¡fuera, fuera!» y «¡dimisión!» se hicieron especialmente audibles en el momento en que Grande-Marlaska se dirigió hacia la tribuna de oradores para dar un breve discurso

«Agradezco a la ciudad de Córdoba, a sus instituciones y a los cordobeses la cálida acogida que habéis dispensado a estos actos», aseguró un Marlaska cariacontecido al comprobar que los gritos del público provocaban que prácticamente no se oyera nada de su discurso. Según admiten fuentes de la Guardia Civil, los técnicos «tuvieron que subirle el volumen en megafonía» para tratar de sepultar el ruido de fondo, provocando que la distorsión del sonido fuese aún mayor.

El acto celebrado en Córdoba este domingo consistió en una parada militar y desfile con más de 500 guardias civiles de diferentes unidades y especialidades, a pie, a caballo y motorizadas, incluso aéreas, con motivo de la Semana Institucional del Instituto Armado que se festeja en dicha ciudad desde el pasado miércoles hasta el día 9 de octubre.