España
Valle de los Caídos

La Fundación Franco pide a la Conferencia Episcopal que se oponga a la exhumación

El Vaticano recomienda a la Iglesia española mantener un perfil bajo en la polémica sobre la exhumación de Franco

La Iglesia ha manifestado hasta la fecha que no facilitará la exhumación sin el consentimiento de la familia

La Fundación Francisco Franco ha enviado una carta a la Conferencia Episcopal, máximo órgano de representación de la Iglesia católica en España, para que se pronuncie sobre la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos.

En el escrito que ha registrado esta misma tarde en la sede de la Nunciatura, la Fundación insta a la jerarquía eclesiástica a defender la figura de «quien fue su salvador y protector en los momentos más críticos para ésta en toda su historia», algo que hasta la fecha no se ha producido porque desde Roma se recomienda a la Iglesia española un perfil bajo en la polémica.

Tras el Decreto aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado viernes -que reunido en Consejo de Ministros acordó la modificación de la Ley de Memoria Histórica vigente para permitir que los restos de Franco sean exhumados de la Basílica de Cuelgamuros- la Fundación Francisco Franco ha insistido en la inconstitucionalidad de la norma, aprobada sin el debate parlamentario correspondiente, y en la violación de los Tratados Internacionales que mantiene suscritos el Estado con el Vaticano, desde 1979.

La postura defendida por la Fundación mantiene que frente a un»tratado internacional, reconocido por el Tribunal Constitucional, y que tiene jerarquía supra-legal» no caben decisiones unilaterales del Gobierno y, por lo tanto, entiende que «sólo la alta Jerarquía de la Iglesia Católica al amparo de la inviolabilidad que los Acuerdos con la Santa Sede otorgan a la Basílica puede impedir tamaño desafuero».

En comunicado expone a la Conferencia Episcopal que «la intención del Gobierno del Sr. Sánchez al exhumar el cadáver de Francisco Franco es clara y netamente vejatoria y contraria a la dignidad de su memoria. Pretende una humillación póstuma de carácter público de sus restos que alcanza a millones de españoles que están agradecidos por todos los servicios que hizo a la Patria y a la Iglesia Católica no sólo española sino del mundo».

Además, recuerda que el dictador fue distinguido por Roma con la «Suprema Orden de Caballero Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo», consideración otorgada por «sus singularísimos servicios a la Iglesia» y que por ello el hecho de retirar los restos de la Basílica de Cuelgamuros «suelo sagrado, donde rige el Derecho Canónico y bajo la custodia de la Comunidad Benedictina por petición expresa de S.M. el Rey Juan Carlos I» es una profanación en toda regla.

«La exhumación de los restos del Generalísimo Franco cuenta con el apoyo decidido y explícito de quienes quieren acabar con un lugar sagrado en el que reposan muchos beatos mártires y desde luego acabar derribando por abandono o acción directa la mayor Cruz de la tierra» y exigen a los responsables católicos a que defiendan la misma de manera activa.

Finaliza su exposición la Fundación Francisco Franco afirmando que con independencia de cuál sea el desenlace «de esta intención sectaria, llena de odio, revanchista y alejada de cualquier tipo de reconciliación del Gobierno» la omisión de la Iglesia española y de su cúpula, en esta cuestión, supondría un error de magnitudes históricas.