España
'Caso Errejón'

Errejón evita entregar su móvil en el que hay llamadas con el testigo clave de la agresión a Mouliaá

El ex portavoz de Sumar se negó a que se hiciera un volcado de su teléfono en el juzgado

Íñigo Errejón evitó entregar su móvil al juez que le investiga por presunta agresión sexual a Elisa Mouliaá, móvil en el que hay hay llamadas con el testigo clave del presunto delito. Se trata de Borja, el propietario del piso de Madrid en el que se celebró la fiesta en la que ocurrieron los hechos investigados. Errejón lleva meses hablando con el amigo de Elisa Mouliaá, que estaba presente el día de la presunta agresión sexual. Fuentes de la investigación aseguran que Borja contactó a Errejón por correo electrónico a raíz de conocer que Mouliaá le había denunciado.

El ex portavoz de Sumar le dio su número de teléfono y durante estos meses han mantenido contacto. Se han llamado por móvil y también se han intercambiado mensajes. Tanto es así que Borja lo ha confesado en sede judicial tras ser llamado por el juez para declarar como testigo.

El hombre ha declarado por videoconferencia desde Australia, país en el que reside. Ha asegurado que llegó a preguntarle a Errejón «¿cuál era el plan?» de cara al futuro juicio.  «Quería información de lo que ocurría a nivel práctico», ha expresado ante el juez Adolfo Carretero, que investiga la presunta agresión sexual por parte de Errejón.

Borja también ha aprovechado su declaración como testigo para tratar de exculpar a Errejón. «No vi nada fuera de lo normal», ha apostillado, además de señalar que en la casa no había pestillos, tal y como relató Elisa, que dijo que el ex diputado la había encerrado en la habitación.

Otra testigo clave

Ante el juez Carretero también ha declarado Soraya, la pareja de Borja que también estuvo presente en la fiesta. La mujer ha asegurado que la actriz «llegó a decirle que lo que había pasado» con el ex dirigente «no era un delito» en el momento de los hechos. Fuentes presentes en el interrogatorio aseguran que Soraya ha señalado que Mouliaá realizó esa afirmación en un audio que ha sido solicitado por el instructor, Adolfo Carretero.

La actriz le habría indicado que finalmente le denunció porque, tras informarse y ver casos similares, consideró que los hechos podrían ser penados en virtud de la ley del sólo sí es sí.

De lo que pasó dentro de la habitación, Soraya ha indicado que Elisa Mouliaá le dijo que Errejón le había entrado «a saco, muy rápido y que había sido un poco baboso».  «Quería ir más despacio y Errejón la besó y la manoseó», ha explicado.

Relaciones rotas con Mouliaá

Tanto Borja como Soraya han roto relaciones con Elisa Mouliaá. Fuentes consultadas aseguran que lo hicieron cuando la actriz denunció a su ex pareja. «Se posicionaron a favor del que fuera su marido, que era su amigo», esgrimen.

Soraya ha explicado en sede judicial que «no tiene ninguna enemistad» con Elisa, pero ha explicado que dejaron de hablarse porque no le gustaba la actitud supuestamente fabuladora de la actriz. «Es una persona que en ocasiones fabula y adorna cosas», ha explicado.

Fiscalía pide conversaciones

Las conversaciones con el testigo clave se hicieron a través del móvil de Errejón y la Fiscalía ha pedido que sean aportadas al procedimiento. Fuentes jurídicas explican que se trata de una diligencia complicada de acordar, ya que Borja y Soraya residen en Australia. En ese caso, habría que enviar una comisión rogatoria al país que dilataría el procedimiento.

Previamente, el juez ya pidió el teléfono de Errejón, pero su defensa solicitó que se suspendiese la diligencia al no considerarla pertinente. «La práctica de dicha diligencia afecta gravemente al derecho fundamental a la intimidad, personal y profesional de Errejón», explicó en el escrito.

Y prosiguió: «De llevarse a efecto el análisis integral de su dispositivo móvil, se vaciaría de contenido el recurso y su posible estimación, vulnerando, además del referido derecho constitucional, los derechos a la tutela judicial efectiva y de acceso a los recursos que amparan a Íñigo Errejón».

No obstante, el ex portavoz de Sumar sí se ofreció a personarse ante el juez y mostrarle el contenido de las conversaciones, con un funcionario del juzgado presente.

El juez pidió su teléfono al existir conversaciones de Errejón con Mouliaá. El ex político utilizaba para hablar con mujeres la aplicación Telegram en la que se autodestruían los mensajes.