Canarias, la nueva Lampedusa: las pateras se han multiplicado por 16 desde que Sánchez es presidente
En 2019, habían llegado 975 personas hasta septiembre; este año, casi 15.000
Canarias reclama a Sánchez que trate el problema como "si fuese de Cataluña"
Canarias rompe récords de inmigración ilegal. Sólo en septiembre, según datos del Ministerio del Interior, llegaron a las costas canarias más de 3.500 personas a bordo de pateras. Esta misma semana, en apenas 48 horas, casi 1.200 alcanzaron las playas canarias. En lo que va de 2023 se han contabilizado más de 16.000 llegadas en pateras a Canarias. A estas alturas de 2019, el primer año completo de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el número era inferior a 1.000, lo que significa que se han multiplicado por 16 en cuatro años. Mientras, la Guardia Civil advierte de que las rutas de la inmigración pueden convertir a Canarias en la Lampedusa del Atlántico.
Las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior no dejan lugar a dudas: Canarias vive sus peores momentos en lo referente a la llegada de pateras a sus costas. Ni siquiera en la anterior crisis de calado se alcanzaron niveles semejantes, en parte porque el fenómeno actual se ha convertido en un goteo constante de llegadas no concentradas en días concretos. Al menos, hasta ahora, ya que la situación puede cambiar si se siguen produciendo llegadas masivas como las de esta semana, cuando la costa de El Hierro recibió una patera con más de 280 ocupantes. Es la más grande que han visto hasta ahora las fuerzas de seguridad del Estado.
La situación actual cobra mayor gravedad si se comparan los datos que se dan ahora con los que registraba España en 2019, cuando Pedro Sánchez enfilaba su primer año completo en Moncloa -aunque buena parte en situación de interinidad-. Aquel año, hasta estas mismas fechas, Canarias había recibido 975 inmigrantes a bordo de pateras.
En 2023, según los datos del Boletín de Interior hasta el 30 de septiembre, la cifra asciende a los 14.976. Y a ello hay que sumar los llegados esta semana, que superan los 1.200 y que elevan la cifra total por encima de los 16.000; a falta de tres meses para que termine el año, Canarias ya ha superado las cifras de todo 2022, cuando se registraron 15.682 llegadas.
Pateras en Canarias
La progresión de llegadas de inmigración ilegal a Canarias no ha frenado durante la legislatura. Con Sánchez en Moncloa, las islas han recibido a día de hoy cerca de 80.000 inmigrantes ilegales. Una curva ascendente que en un primer momento se achacó -en 2020- a las consecuencias de la pandemia del covid en África y a la inestabilidad política que provocó la crisis. Pero las cifras siguieron aumentando año tras año y han alcanzado su cénit en este 2023.
Fuentes de la Guardia Civil destinadas en Canarias para luchar contra la inmigración ilegal advierten de que la situación no tiene visos de mejorar. Al contrario, todo apunta a que las mafias han creado rutas estables de tráfico entre la costa de África -Mauritania, Senegal, Gambia y el Sáhara controlado por Marruecos-y la costa canaria.
Eso, dicen, puede notarse en el tipo de embarcaciones utilizadas: las pateras que llegan a Canarias son cada vez más grandes, como la de El Hierro de este fin de semana con 280 ocupantes. Un modus operandi similar al que las mafias de la inmigración utilizan entre Libia e Italia para maximizar la ganancia obtenida de cada embarcación que parte de África.
Una nueva Lampedusa
La alerta de la Guardia Civil, que conoce el Gobierno a través del Ministerio del Interior, ya asume que Canarias puede convertirse a corto-medio plazo en una Lampedusa del Atlántico, en referencia a la isla siciliana que ya es el centro de llegadas a Europa desde el norte de África. Se trata, señalan fuentes del Cuerpo, de un fenómeno «con visos de cronificarse» que los países de origen son incapaces de controlar por mucha ayuda que llegue de España o Europa.
Pero también recuerdan que parte importante de la responsabilidad recae sobre el Gobierno español. Cabe recordar que la Guardia Civil sigue sin tener disponible el radar del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en el norte de Lanzarote. Se trata de una instalación vital para el control de las aguas, que el Senado aprobó en 2020. Ni rastro. Como tampoco de los refuerzos de plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil que han reclamado insistentemente desde ambos cuerpos.
«Como si fuera Cataluña»
A nivel político, Canarias también ha mostrado su incredulidad con la escasa reacción por parte del Gobierno de Sánchez. Le han llegado a pedir, textualmente, que trate el problema «como si ocurriera en Cataluña». Además, han decidido saltarse a Moncloa e iniciar una negociación directa con la Unión Europea.
El presidente canario, Fernando Clavijo, se reunió la pasada semana en La Toja (Pontevedra) con el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, para tratar este asunto y buscar soluciones. Una de ellas, que debía haber partido del Gobierno de Sánchez, fue la de desplegar medios del Frontex en aguas de Canarias para controlar las pateras. Clavijo aseguró posteriormente que Schinas parecía más informado de lo que ocurría en Canarias que Moncloa. Pero, como luego señalaría, Canarias no es Cataluña.
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