Mr. Market, ¡peligro de alta tensión!

Apagón España
Torres de alta tensión.

“Los mercados nunca están equivocados; las opiniones a menudo.” Jesse Livermore

Nos las prometíamos felices el pasado arranque de semana en los mercados financieros y no es para menos, puesto que tras el desastroso verano vivido en las Bolsas europeas, el IBEX35 encadenaba cinco semanas consecutivas de subidas, algo que ha sucedido en dos ocasiones desde que en 2017 las Bolsas Europeas emprendieran técnicamente un mercado primario lateral en general, pero particularmente bajista en nuestro IBEX35 y el MIB40.

Sin embargo, la batería de indicadores adelantados económicos en la antesala de la publicación de resultados, han empañado en cierto modo la dinámica positiva, tumbando las cotizaciones y anulando de un plumazo tres de las cinco semanas de subidas. Cierto es, por lo tanto, que la incertidumbre y el miedo siguen dominando el mercado.

Sin embargo, hay dos factores interesantes en todo lo ocurrido durante la pasada semana y hacen referencia al buen comportamiento del sectorial bancario, que ya no lidera las caídas de los índices y eso, bajo mi punto de vista ¡es crucial! Si el sectorial bancario se acelera hacia mínimos, la esperanza de cambio de tendencia se finiquita de facto. No obstante, los soportes de corto plazo siguen intactos y la reacción alcista de Wall Street al cierre de la sesión del viernes, es esperanzadora. Recuerden que las Bolsas globales se han alineado en una prometedora convergencia, que sin ser preámbulo de subidas o bajadas, facilita el posicionamiento del mercado, ya sea este alcista o bajista.

Cierto es que para satisfacción de los más pesimistas, la situación actual de los mercados cotizados de activos es compleja, puesto que la gran resistencia que supone los máximos anuales de las Bolsas europeas en general y los máximos históricos de las bolsas americanas en particular, son un hueso muy duro de roer. Veremos si los mercados intentan un segundo round de lleno en la presentación de resultados. Y tal y como les exponía en estas mismas fechas del año pasado, ‘profit warning’ es la palabra clave.

Hay dos posibles escenarios; si los resultados empresariales se alinean con los indicadores adelantados, podríamos acontecer un ajuste severo de las Bolsas americanas, pero si los resultados empresariales superan las expectativas de los analistas, entonces las bolsas lo intentarán. La diferencia entre el malogrado octubre del año pasado y el actual, no radica tanto en la presentación de resultados sino en las políticas monetarias, lo cual me parece ser un argumento de mucho peso. No olvidemos que el primer puntal básico de las Bolsas es la liquidez y como sabemos, los Bancos centrales han echado ya el resto.

Así que entre resistencias técnicas en los precios de las cotizaciones, riesgos en la presentación de los resultados del tercer trimestre de 2019, tensiones geopolíticas, elevados precios de las acciones americanas y volatilidad en las Bolsas europeas; lo lógico es que sigamos viendo volatilidad y mercado lateral a muy corto plazo. Romper o no resistencias técnicas se antoja complicado para algunos.

El sentimiento contrario sin embargo suele prevalecer y considero que el pesimismo es extremo. Las advertencias sobre el fin del mercado alcista en Wall Street ¡cada vez son más estridentes! Pero hay un factor esperanzador a tener en cuenta; El diferencial entre empresas de valor y empresas de crecimiento cada vez es más amplio, y ello nos acerca más a un desenlace a lo años 2000 más que a lo 2008. Las empresas cíclicas y tradicionales tienen unos precios históricamente ridículos. Y ya no solo contra las empresas ‘growth’, sino contra toda clase de activos.

A día de hoy podría simplificar que invertir comprando acciones de Renault es más conservador que hacerlo comprando sus bonos. La pericia y la astucia se anteponen a la volatilidad, y la paciencia y el sentido común son siempre buen refugio ante el miedo. Las compañías de valor nunca habían sido tan repudiadas como hace 19 años y todos sabemos qué fue lo que sucedió después… Como nos enseñó Jesse Livermore, no existe un lado alcista o un lado bajista en el mercado, solo existe el lado correcto. Y aunque las opiniones suelen estar equivocadas, los mercados nunca mienten, y si existe una Ley en el arte de la inversión esa es comprar barato y vender caro, y sí ¡en ello estamos!

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