Economía
Movilidad

Latigazo de Colau a Cooltra: les obliga a desprenderse de miles de motos y aplaza ‘sine die’ sus beneficios

El Ayuntamiento de Barcelona liquida de un plumazo la posibilidad de que las empresas que ya estaban asentadas en la ciudad con sus modelos de 'motosharing' puedan ser rentables según lo previsto. En un mercado de apenas cinco, da entrada a 21 competidores con una porción mínima.

El Ayuntamiento de Barcelona ha dado hace escasos días un giro de 180 grados a la estrategia de la ciudad en cuanto a movilidad eléctrica. El equipo de Ada Colau ha aplicado un reparto salomónico a las licencias para explotar motos eléctricas en la ciudad, un negocio que llevaba desde hace más de cinco años en régimen de libre mercado. Colau acepta todas las solicitudes para operar que ha recibido y reparte el servicio entre 21 operadores con más de 6.000 licencias de motos. De esta manera, un buen número de grupos sin experiencia conocida en movilidad eléctrica o gestión de flotas ocuparán las aceras y calles de la ciudad con 330 motos cada uno.

El reparto proporcional del mercado supone un latigazo para las empresas que llevaban varios años asentándose en la ciudad, y que tendrán que desprenderse obligatoriamente de miles de motos. Cinco compañías que tenían el 75% de las motos en la ciudad pasan ahora a tener sólo el 27%. La más perjudicada es eCooltra, que contaba con 2.500 motos en la capital catalana, el primer mercado de las seis capitales donde estaba (Madrid, Valencia, Lisboa, Milán y Roma eran las otras) y que va a ver su flota reducida hasta 330. Según han asegurado a este medio desde la empresa, nacida en Barcelona hace más de diez años, esto trunca completamente sus planes para alcanzar la rentabilidad, un ‘break even’ en la ciudad que ahora se aplaza ‘sine die’ con la decisión unilateral del consistorio.

También han sido castigadas además de Cooltra, Movo (Cabify), Acciona, Yego y Scoot, que tendrán que reducir sus motos

También han sido muy castigadas Acciona, con más de 1.500 vehículos, Movo (Cabify) que tenía 650 -segunda vez en un año que la empresa dirigida por Juan de Antonio se lleva un revés en Barcelona-, Yego (1.000 motos) y Scoot con 500. Todas ellas tendrán que desprenderse de vehículos, hasta quedarse con sólo 330. Todas han visto afectadas sus planes de negocio y comprometida su rentabilidad tras la regulación de Colau. Pero Cooltra es sin duda una de las más castigadas ya que era la líder en la ciudad.

Oriol Marimon-Clos, el CEO de eCooltra, señala que lo peor son los años en los que el grupo ha estado invirtiendo en marketing para captar usuarios, una inversión que ahora está tirada a la basura dado que no van a poder crecer en consonancia con la misma, sino que tienen que ir para atrás. «Ahora mismo si a estas cinco empresas que ya estamos en Barcelona nos toca reducir a las 330 motos que nos han otorgado pasaríamos a tener solo un 27% de las licencias totales, del 87% al 27%. Hasta aquí todo bien. No nos importa competir sino todo lo contrario. Pero con la entrada de estas empresas puede haber muchas que no saben en qué tipo de servicio se están metiendo. Nos da miedo que entren empresas para que como ocurrió en Madrid con los patinetes, se tengan que ir al poco tiempo y mientras se destruya la ilusión de muchos».

Cooltra tenía 2.300 motos en Barcelona y la ciudad era su bandera, por su alta aceptación de las motocicletas

Cooltra Motors ya era una de las empresas más punteras en electromovilidad con motos de España. Con 2.300 motos en Barcelona, 1.700 en Madrid, 550 en Valencia, 400 en Lisboa, 1.000 en Roma y 1.050 en Roma, conformaba un grupo en crecimiento. La capital catalana era sin duda su bandera, al ser una de las ciudades europeas con más uso de motocicletas y donde las mismas están más socialmente aceptadas.

Sin críticas a Colau

Marimon-Clos llamó la atención en 2017 por su apoyo explícito al independentismo de Carles Puigdemont y sus mensajes políticos en Twitter, lo cual perjudicó hasta cierto punto la imagen de su empresa. No se sabe si es por esto, pero a pesar del ‘latigazo’ regulatorio, rechaza manifestarse con contundencia en contra del Ayuntamiento de Barcelona y se limita a señalar que eCooltra necesitará «un ejercicio de creatividad al pasar de 2.300 a 330 motos. Actualmente tenemos 330.000 registrados y que nos utilicen de forma recurrente unos 190.000. Nos han hecho un daño grande porque hemos invertido mucho dinero en marketing, incluso con campañas de televisión, para captar usuarios. Cuando estos abran la aplicación y vean que en lugar de tener motos cerca las tienen lejísimos, y que encontrar una es como cazar fantasmas, nos perjudicará».

Además, señala, la regulación también perjudica al usuario, que necesitará tener varias aplicaciones en su móvil para poder disfrutar de un servicio eficiente.

Pese a este golpe que les ha dado el consistorio de Barcelona en Comú, Marimon-Clos niega que se vayan a ir de la ciudad: «No nos vamos a retirar. Es una ciudad que conocemos y queremos ayudar al Ayuntamiento».

«La rentabilidad es casi imposible debido al número tan limitado de motos»

Y ello, a pesar de que la rentabilidad es casi imposible dado que, con el número tan limitado de motos, posiblemente habrá que subir precios y en cualquier caso no se conseguirán las economías de escala que busca el cliente, pues apenas 300 motos para una ciudad como Barcelona puede no ser suficiente: «El Ayuntamiento sabe que esta no es la fórmula para que el servicio sea viable, los nuevos entrantes saben que 330 motos es arriesgado. El escenario no le gusta a nadie, ni siquiera a los fabricantes de motos porque si tenemos empresas grandes y solventes sabes que tus motos estarán bien cuidadas y será un buen escaparate».

¿Ganar dinero?

Pero entonces, ¿podrán las empresas ganar dinero en Barcelona con estas condiciones? El directivo catalán lo ve difícil: «Si alguno entra y es hiper creativo y hace la operativa y son super out of the box y piensan de forma distinta tal vez, pero es muy difícil, casi imposible». Rechaza que subir las tarifas sea una opción viable: «Nosotros estamos en 26 céntimos el minuto y si lo subimos a 27 o 28 dejas de ser un complemento y te pasas a ser un lujo. Es un problema matemático y económico», indica.

¿Es correcta una regulación así, que perjudica a los que ya llevan años ofreciendo el servicio y hace casi imposible que las empresas puedan ganar dinero? De nuevo, Marimon-Clos rechaza criticar al gobierno municipal barcelonés: «Yo creo que habrá opiniones de todo tipo, todo depende con qué lupa se manda el mensaje que hay con esto. En estas cosas es muy díficil tener a todo el mundo satisfecho», indica el ejecutivo, quien también señala que puede haber meros especuladores que hayan entrado en el concurso sin tener más idea que la de hacer beneficio con las licencias.