Economía
PENSIONES

Si tienes una incapacidad permanente, ésta es la cantidad máxima que puedes cobrar

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Las personas que perciben una pensión por incapacidad permanente están inhabilitadas para desempeñar cualquier empleo y, en consecuencia, tampoco pueden percibir un salario mensual. Esto significa que los individuos en estas condiciones generalmente no disponen de fuentes de ingresos regulares y requieren de un soporte económico que se les proporciona mediante una prestación. No obstante, es imprescindible que una autoridad competente, como puede ser un médico, certifique oficialmente su estado y que se haya intentado un tratamiento adecuado previamente. Si el tratamiento no surte efecto, el especialista podrá concluir que la persona no experimentará mejoría y que su condición es indefinidamente permanente.

Por ello, las personas que sufren una incapacidad permanente pueden preguntarse cuál es la cantidad máxima que pueden cobrar. Esto es porque, al carecer de ingresos regulares, pueden encontrarse en una situación de vulnerabilidad.

Sin embargo, la respuesta a lo anterior es compleja. Los que se encuentran en esta situación pueden cobrar, como máximo, una cantidad u otra dependiendo de determinadas circunstancias, como las condiciones que sufra o la base reguladora. Es decir, en este sentido, esta pensión funciona de forma similar a otras como la de jubilación.

La ayuda por incapacidad permanente es «una prestación económica que trata de cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando por enfermedad o accidente ve reducida o anulada su capacidad laboral», según afirma la Seguridad Social en su portal web. «Las personas incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social que reúnan los requisitos exigidos para cada grado de incapacidad», explica.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.

La pensión por incapacidad permanente

La base reguladora varía según el grado de incapacidad permanente de la persona, ya que esto determina su capacidad para trabajar y generar ingresos. Por ejemplo:

Con todo, aunque se calcule la pensión de incapacidad permanente según la base reguladora y los protocolos establecidos, algunas personas pueden recibir una pensión mínima que resulta insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.

En estos casos, es importante saber que, si la pensión no alcanza ciertos límites mínimos determinados por la Administración, el interesado tiene derecho a recibir un complemento a mínimos junto con su pensión de incapacidad permanente. Este complemento garantiza que la pensión alcance un nivel mínimo necesario para subsistir.

El complemento a mínimos se otorga a aquellas personas que reciben pensiones mínimas y cumplen con los requisitos establecidos, demostrando su vulnerabilidad en términos económicos y la falta de otros ingresos o patrimonio para poder tener una vida digna.

La cantidad de este complemento se calcula mediante una fórmula matemática que tiene en cuenta la situación específica del pensionista. Por ejemplo, varía según si el pensionista tiene cónyuge o hijos a su cargo. De esta manera, se ajusta a las necesidades individuales de cada beneficiario.

Las personas con incapacidad permanente enfrentan diversos desafíos económicos que pueden afectar significativamente su calidad de vida. Por ejemplo, los afectados se enfrentan a costes adicionales relacionados con su condición, como gastos médicos, terapias y adaptaciones en el hogar.

Estos gastos pueden ejercer una presión significativa sobre el presupuesto familiar y dificultar aún más la situación económica de la persona. Además, la dependencia de prestaciones sociales y subsidios del gobierno para cubrir necesidades básicas puede generar sentimientos de dependencia y vulnerabilidad.

La limitación para acceder a créditos y préstamos es otro aspecto importante que les afecta, ya que las instituciones financieras suelen ser cautelosas al otorgar financiamiento a personas con ingresos limitados o inestables.

Esto puede dificultar la obtención de recursos financieros para necesidades urgentes o inversiones a largo plazo, lo que agrava aún más la situación económica de las personas con discapacidad permanente. Por tanto, las autoridades deben abordar estos desafíos mediante políticas y programas que promuevan la inclusión, la igualdad de oportunidades y el acceso equitativo a los recursos financieros y sociales para las personas con discapacidad.

La pensión por incapacidad permanente es una de las maneras que tiene la sociedad de solventar, aunque sea sólo parcialmente, los problemas derivados de los que sufren estas condiciones en su vida.