Reestructuración bancaria

BBVA contempla más de 4.000 salidas en el ERE pero rebajará la cifra final en la negociación

El banco celebra hoy junta de accionistas marcada por los despidos y la presión del caso Villarejo

BBVA comunica a sus empleados en España que pone en marcha un gran ERE

El presidente y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres y Onur Genç.
El presidente y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres y Onur Genç.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

BBVA contempla entre 4.000 y 4.500 salidas en el ERE de su unidad española que presentará el jueves a los representantes sindicales, según fuentes no oficiales de la entidad. Su intención es rebajar esa cantidad en la negociación hasta un mínimo de 3.000, si bien no descarta que finalmente sean más si las compensaciones son muy atractivas. BBVA celebra este martes una junta de accionistas marcada por esta reducción de plantilla y por el caso Villarejo.

En las negociaciones de estos procesos es habitual que las entidades planteen inicialmente una cifra de salidas muy elevadas para poder alcanzar un acuerdo con los sindicatos en un nivel inferior y que, aun así, consigan la reducción de costes que necesitan. Es lo que pretende hacer también CaixaBank-Bankia al proponer inicialmente un ERE de unas 8.500 personas.

Lo contrario sucede desde los representantes de los trabajadores: algunos portavoces sindicales han planteado que en ningún caso aceptarán llegar hasta los 3.000 despidos y piden que los directivos se rebajen sus salarios para reducir los costes. La posición oficial de BBVA es que aún no se ha planteado ninguna cifra y que «abordamos este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos».

En la primera reunión en la que se constituyó la mesa de negociación, celebrada el pasado viernes, el banco que preside Carlos Torres aseguró que el ERE está fundamentado en motivos productivos y organizativos derivados de la caída de beneficios y de la transformación digital, en un contexto «de profunda transformación marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales».

BBVA tiene una plantilla en España de 23.300 empleados, después del último ERE tras la compra de CatalunyaCaixa en 2015 y del proceso continuo de prejubilaciones que tiene en marcha desde entonces y que el año pasado supuso la salida de 769 trabajadores con un coste de 224 millones.

La entidad sufragará el coste del ERE con parte de los 8.500 millones que ingresará por la venta de su filial en Estados Unidos. Se espera que combine bajas incentivadas con prejubilaciones para los trabajadores de mayor edad, pese a que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quiere penalizar esta modalidad. Asimismo, habrá tanto salidas de la red de oficinas -sobre todo en zonas donde tiene más cuota de mercado y exceso de sucursales, como Cataluña o País Vasco-  como de los servicios centrales situados en el edificio de La Vela en Madrid.

El fantasma de Villarejo en la junta de accionistas

Esta reducción de plantilla marcará la junta de accionistas a la que se enfrenta Torres este martes y a la que llega con menos presión que en años anteriores gracias a la recuperación de la cotización en bolsa en los últimos meses, al igual que la del resto de la banca.

Lo que sí seguirá muy presente en la reunión del máximo órgano de gobierno es el caso Villarejo, después de que la semana pasada declarasen en la Audiencia Nacional varios de las presuntas víctimas del espionajes, como el expresidente de Sacyr Luis del Rivero (quien presentó dos facturas como prueba de la contratación del excomisario), el exministro Miguel Sebastián y el exvicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas.

Asimismo, como informó en exclusiva OKDIARIO, BBVA abonó a su exjefe de seguridad, Julio Corrochano, 900.000 euros tras despedirle y junto antes de que estallara este escándalo en la prensa, unos pagos que el banco asegura que están relacionados con su desvinculación de la entidad «en condiciones estándar».

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