Economía
Cree que la desaceleración económica ayudará a moderar los precios

El Banco de España pide contener los salarios ante la escalada de la inflación subyacente

El Banco de España cree que tanto la mayor incertidumbre macroeconómica y geopolítica como la notable pérdida de poder adquisitivo que está ocasionando la inflación tenderán a moderar la demanda y el dinamismo de los precios, y renueva su petición de que se contengan los salarios y los beneficios para evitar la prolongación de las tensiones en los mercados de bienes y servicios. Esta es la principal conclusión de un estudio sobre la inflación subyacente -que descuenta la influencia de la energía y de los alimentos- publicado ayer por la institución monetaria.

Según dicho análisis, las presiones inflacionistas se han intensificado y se han extendido a un número creciente de componentes de la cesta de consumo desde mediados de 2021 en el área del euro y en España. La permanencia en el tiempo de estos incrementos en los componentes más estables de la inflación es incierta. Dependerá, en buena medida, de la evolución de la guerra en Ucrania, por sus efectos directos sobre el precio de las materias primas en los mercados internacionales y su transmisión al resto de los precios que componen el índice.

Según los expertos autores del informe «es de esperar que algunos factores transitorios asociados a la pandemia se desvanezcan, como el relacionado con el impulso dado por la liberación de la demanda en servicios de ocio y turismo tras el levantamiento de las restricciones sanitarias».

El ahorro embalsado durante la pandemia y la mejora del mercado de trabajo durante la recuperación son las principales causas del empuje mostrado por la inflación subyacente, que ha alcanzado niveles inéditos desde máximos de noviembre de 2021, y que se ha situado en el 4,1% en julio.

Entre los componentes de la inflación subyacente con mayores incrementos destacan los relacionados con el transporte, con el equipamiento y conservación de la vivienda -directamente relacionados con el aumento del teletrabajo y la necesidad de acomodar los inmuebles a las nuevas circunstancias durante la pandemia- y con las actividades de ocio, restauración y turismo.

En España, la contribución del ocio, la restauración y el turismo al aumento de los precios de consumo en el último año ha sido significativamente mayor que la observada en el área del euro, tanto por los  mayores incrementos de precios en estas partidas como por su mayor peso en ‘la cesta de la compra’. En cambio, la contribución de las partidas relacionadas con el transporte ha sido ligeramente más reducida que la observada en el área del euro.

De acuerdo con el estudio, los precios de las distintas rúbricas afectan de manera diferenciada a la inflación general dependiendo del peso que cada una de ellas presenta en la cesta de consumo. Para el área del euro, las partidas de gasto que han contribuido en mayor medida a la inflación en el segundo trimestre y en julio de 2022 y que han mostrado una inflación elevada —superior al 4%- son los restaurantes, cafés y similares (con una inflación cercana al 6%), los vehículos de motor (con una inflación en torno al 8%), los servicios de alojamiento (16%), el transporte de pasajeros por aire (42%), los muebles y accesorios (8,4%), y los servicios de conservación y reparación de vehículos privados (5,6%).

En casi todas esas partidas la contribución a la inflación general se sitúa en el rango superior de los registros históricos que se tienen desde 1999, o incluso muy por encima de dicho rango. La mayoría de estas rúbricas son las que también presentan una mayor contribución a la inflación en España, donde sobresale la elevada aportación de los restaurantes, cafés y similares, y la de los servicios de alojamiento, una circunstancia relacionada con la idiosincrasia del país, donde las actividades relacionadas con el contacto social son más frecuentes, y el peso del turismo es mayor.