La ayuda del Gobierno a Iberia se retrasa por la cumbre europea y la titularidad de las acciones de IAG

Una de las principales preocupaciones de la Unión Europea (UE) y de sus países ha sido garantizar la supervivencia de las principales aerolíneas de cada país, tras el duro impacto que la pandemia del coronavirus ha tenido en el sector. Sin embargo el Gobierno de España continúa sin anunciar cómo apoyará a Iberia, y otras aerolíneas españolas como Air Europa o Volotea, pese a que ya nos encontramos en plena campaña de verano.

El próximo viernes 31 de julio la aerolínea anglo-española presentará sus resultados del segundo trimestre de 2020, día en la que fuentes del sector cuentan a OKDIARIO que podría conocerse finalmente la ayuda que el Ejecutivo de Pedro Sánchez prestará a la aerolínea de bandera de España. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, señaló la semana pasada que «no vamos a hacer nada que no sea a requerimiento de las propias compañías».

Y es que la celebración de la cumbre europea que finalizó el pasado martes ha retrasado el anuncio del plan, junto al conflicto que existe en cuanto a la titularidad de las acciones de IAG. Hay que recordar que Iberia por sí misma no tiene acciones propias, motivo por el cual el apoyo que el Gobierno de España dé a la aerolínea tendrá que ser consensuado con Reino Unido e Irlanda (aerolínea privada irlandesa propiedad de IAG).

Además, otra de las cuestiones que tanto el Gobierno como Iberia tienen que tener en cuenta es que Reino Unido dejará de formar parte de la Unión Europea el próximo mes de enero y por lo tanto no podrá compartir las ayudas que Bruselas prestará a los países afectados por la pandemia.

Air Europa

Otras de las cuestiones que mantiene en vilo al mercado es qué sucederá con la compra por parte de Iberia de la aerolínea Air Europa. El presidente de Iberia, Luis Gallego, confirmó que «el valor estratégico de la operación lo seguimos viendo. El problema es que estamos en el momento de más crisis de la industria aeronáutica».

Además, Gallego recuerdó que «en noviembre pasado cerramos este acuerdo sujeto a la aprobación de las autoridades de competencia porque estábamos y estamos convencidos de que estratégicamente es lo mejor para España, para el hub de Madrid y también para IAG y para Iberia. Estamos hablando de cómo podemos hacer esta operación dado cómo está el entorno, donde las compañías tienen problemas para sobrevivir».

Ampliación de capital

El grupo informó el pasado viernes de que está «evaluando los méritos» de una emisión con derechos de suscripción de hasta 2.750 millones de euros «que fortalecería aún más» el balance de la empresa.

«No se ha tomado ninguna decisión sobre si proceder o no, o en su caso cuándo, con una emisión con derechos de suscripción. Se hará un nuevo anuncio en el momento en el que sea apropiado», detalló la compañía en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras las noticias publicadas en distintos medios sobre la posibilidad de que efectuase un incremento de capital.

Tal y como informó el pasado 7 de mayo en los resultados financieros del primer trimestre, antes de que se desatara la crisis IAG contaba con una posición de balance y liquidez sólidas, con tesorería y líneas de crédito no dispuestas que a 30 de abril de 2020 ascendían a 10.000 millones de euros.

Por el momento Iberia ha reducido cerca de un 80% sus vuelos de largo ratio tras el cierre de fronteras. Este es el caso del cierre de fronteras entre Latinoamérica y Estados Unidos (EE.UU), que está provocando que Iberia vea reducidos sus vuelos de largo ratio en cerca de un 80%.

A pesar de que las cifras varían en función del día de la semana, Iberia ha pasado de operar en torno a 50 vuelos diarios de esta categoría en temporada alta, a alrededor de ocho diarios, que son los que está operando tras el impacto del coronavirus y teniendo en cuenta que nos encontramos en plena campaña de verano. Y es que el cierre de fronteras con Latinoamérica, que supone el grueso de sus operaciones de largo ratio, supone un duro golpe para la compañía.