Una vez conocidos los cuatro semifinalistas de esta edición de la Champions League, era turno de saber las fechas de los dos enfrentamientos. Ahora, el Real Madrid ha sufrido en sus propias carnes una gran injusticia por parte de la UEFA liderada por su presidente Aleksander Ceferin. Y es que el conjunto blanco, como ya sabemos, se verá las caras con el Manchester City de Guardiola y el partido de ida será el martes 9 de mayo, mientras que el de vuelta será ocho días más tarde, el 17 del mismo mes. Hasta ahí bien.
Esa injusticia se entiende mejor si tenemos en cuenta que el Real Madrid tiene tres días antes, el sábado 6 de mayo a las 22:00 horas de la noche en el Estadio de la Cartuja de Sevilla, la final de la Copa del Rey ante Osasuna. Cabe destacar que el conjunto blanco es el único equipo de los cuatro semifinalistas que tiene una final en juego ese fin de semana y por lo tanto un título que ganar.
Por ello, no se entiende la decisión de la UEFA de poner el Real Madrid-Manchester City en el primer turno, mientras que el Milan-Inter se dispute el miércoles cuando una opción más que factible era cambiar el orden de los partidos. Bien es cierto que las televisiones que tienen los derechos de emisión cuentan con un gran poder a la hora de decidir los horarios y las fechas de estos partidos.
Esta eliminatoria entre Real Madrid y Manchester City, los dos grandes favoritos por alzarse con la Orejona el próximo 10 de junio en Estambul, llega en un momento donde Real Madrid y UEFA tienen abierto un pequeño (por no decir muy grande) cisma por el caso de la Superliga. El conjunto blanco es el fiel estandarte, junto al Barcelona y Juventus, de esta nueva y novedosa liga europea con el objetivo de «salvar el futuro del fútbol europeo», mientras que la FIFA se niega taxativamente a que continúe la creación de este formato.
