El Real Madrid no está muerto y con su impresionante victoria de este martes ante el Olympiacos se dio una nueva oportunidad en la Euroliga, sobreviviendo al primer match ball del play off y, sobre todo, ilusionando a su Palacio de los Deportes con una seria actuación (80-72). Con un baloncesto coral en el que sus principales armas se lucieron en distintos momentos clave, los blancos esquivaron la eliminación y lograron una nueva cita en Goya el próximo jueves a la misma hora (21:00). Será también en su fortín, en el cuarto partido de la serie con la esperanza de poder empatarla y llevarla de vuelta a El Pireo.
Los de Chus Mateo sacaron toda su casta en la segunda parte (42-28) y empequeñecieron al líder de la fase regular, que sin el timón de Nigel Williams-Goss (15 puntos en la primera parte y sólo 2 en la segunda) lo encomendaron todo a Sasha Vezenkov, estrella de los griegos con grandes números pese a ser su encuentro más flojo de la serie (21 y 9 rebotes). El gran último cuarto de Facundo Campazzo y Alberto Abalde (9, 5 y 6 asistencias) sirvió para amarrar un triunfo que otorga al Real Madrid licencia para soñar.
De nada hubiese valido sin un gran tramo de Walter Tavares (15 puntos 5 de 6 en tiros de campo, ídem al libre) y sin la valentía de Dzanan Musa en la primera mitad (14, 5 rebotes y 4 asistencias para la misma valoración que el caboverdiano, 20). Mario Hezonja tuvo su momento en la vuelta de vestuarios para agrandar 14 encestes y un rol decisivo en la sombra.
El arranque del Real Madrid estuvo liderado por Musa, que mantuvo la flecha hacia arriba de su actuación en Gerona. Sí, en una gran cita el bosnio fue clave para que los blancos cogieran relativa ventaja de inicio y junto a Campazzo y Tavares hizo que su equipo se sintiese cómodo en pista por primera vez en el play off. Se sintió el protagonista de la película y originó un parcial de 18-13 (la mitad de puntos suyos en apenas cuatro minutos) que acabó en tiempo muerto de Georgios Bartzokas, desesperado en la banda.
Buenos augurios al comienzo… y desconexión
Un primer cuarto bestial de los blancos ante el líder de la competición que motivó al Movistar Arena en el principio de un viaje a lo semidesconocido, una remontada europea que se comenzaba a cocinar gracias al acierto exterior y a la implicación del banquillo, destacando la gran entrada a cancha de Andrés Feliz. Aunque en el segundo llegaría la desconexión del Real Madrid, fruto de un arbitraje dantesco, otro más.
Un tapón de Serge Ibaka tras fallar un triple claro sobre Williams-Goss fue pitado como falta y el «¡Euroliga mafia!» ya se escuchaba por segunda vez en el Palacio. Acto seguido, segunda falta inexistente del pívot y, contra su voluntad, Chus lo tuvo que sentar por Tavares. Así le dio la vuelta Olympiacos a una máxima de 9 puntos, secando al Real Madrid en anotación gracias a los árbitros, por tercer partido consecutivo, y con el base ex madridista como adalid.
Un parcial muy escaso en todos los sentidos por parte del equipo blanco (10-23), que aumentó las pérdidas (7) y se quedó sin el brillo del primer acto. Resistió con la fortaleza de Tavares bajo el aro para evitar conceder una ventaja mayor (38-44 al descanso). El Real Madrid revivió en un regreso a pista ilusionante forzando la pausa de Bartzokas con 8-2 de salida para empatar (46-46) y con Hezonja y el caboverdiano entrando en ebullición.
Lo negativo es que coincidió con el despertar de Vezenkov, si es que en algún momento de la serie había titubeado. Y para colmo, Bartzokas frenaba de nuevo el ritmo del Real Madrid con dos revisiones seguidas, ambas con final feliz para los suyos con una canasta del búlgaro fuera de tiempo y una falta pitada y luego rectificada de Walkup sobre Campazzo cuando recibía para entrar a canasta en solitario. Todo ello nació con el partido igualado (54-54), aunque no fue suficiente para cortar otro arreón madridista con el que los de Chus Mateo se llevaban una ligera ventaja al último cuarto (58-56).
El Real Madrid se da otra oportunidad contra Olympiacos
Usman Garuba, que se había desquitado de sus fallos anteriores con un taponazo en el último minuto del tercero, irrumpió con 2+1 más canasta para poner al Real Madrid cinco arriba. Por fin, era el momento del de Azuqueca de Henares y del equipo blanco en general en el play off. Un parcial de 9-2 exprimía a Bartzokas (dos tiempos muertos en tres minutos) y vislumbraba una victoria con tintes épicos y, en consecuencia, el prólogo de otra remontada histórica.
Con triple de Abalde y canasta de Ibaka, un Real Madrid espléndido al rebote alcanzaba la máxima (72-62 min 35:50) y castigaba todas y cada una de las pérdidas del Olympiacos más nervioso de la temporada. Pero Vezenkov les dio una vida más a los griegos, poniéndose en 21 a tres del final en la peor de sus tres actuaciones en el play off. Ejemplificó el búlgaro la dificultad del reto que se le presentó a los de Chus Mateo al conocer su rival, que con un parcial de 0-8 cuando menos se preveía se puso a dos y dejó 120 segundos apasionantes de baloncesto (72-70).
Empezaron con cuatro puntos seguidos de Campazzo para los seis de ventaja (76-70) que agotaban los tiempos muertos del intocable Bartzokas, increíble que terminara sin ver ninguna técnica. Un fallo decisivo de Peters desde el triple acompañó a dos libres más del argentino y estos a otros tantos de Abalde para el 80-72 que mataba el partido.